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El futuro presidente de Estados Unidos ya tiene quien le escriba

Nueva York – El próximo presidente o presidenta de Estados Unidos encontrará en enero, cuando tome posesión de su nueva residencia en Washington, centenares de postales escritas a máquina por Sheryl Oring, con mensajes dictados por ciudadanos comunes.
 

Esta periodista y artista se encuentra hoy en Nueva York como parte de un itinerario que incluye también San Francisco, Los Ángeles y Chicago, entre otras ciudades de este país.

Durante dos días y con su vieja máquina de escribir bajo el brazo, Oring ofreció a los neoyorquinos, y a quienes quisieran hacer un pequeño alto en su camino, la posibilidad de enviar una postal con el mensaje que desean hacer llegar al futuro inquilino de la Casa Blanca.

La iniciativa, a la que denomina «I Wish to Say» («Quisiera decir»), se desarrolla en calles, parques y centros universitarios y para Oring representa otra forma de explorar lo que piensa y desea expresar el ciudadano de a pie en este país.

Instalada en uno de los paseos laterales del Parque Bryant, en pleno corazón de Manhattan, la escritora atendió a sus «clientes» que, entre curiosos y pensativos, decidían sentarse a la mesa con ella y dictarle su mensaje, a lo que respondían de inmediato sus dedos sobre el vetusto teclado.

En una pausa de su original quehacer, Oring explicó a Efe que la idea se le ocurrió al regresar a EE.UU. en 2003, después de haber vivido durante seis años en Berlín y de percibir que en Alemania y en Europa en general se consideraba que todos los estadounidenses pensaban igual en torno a la guerra en Irak.

«Así que decidí investigar por mí misma qué pensaban los estadounidenses y ésta resultó ser una buena forma de hablar con la gente y conocer sus opiniones», manifestó Oring, cuya iniciativa no ha pasado desapercibida para algunos de los principales medios de comunicación del país.

Con ese espíritu investigador realizó una gira similar por EE.UU. durante la campaña a la presidencia en 2004 y también dos años después, durante unas elecciones al Congreso que coincidían con el 60 cumpleaños del presidente George W. Bush.

Las felicitaciones de cumpleaños que escribió entonces, acompañadas de las fotografías de sus autores, quedaron recogidas posteriormente en un libro que salió al mercado en marzo pasado.

Oring explicó que este proyecto que lleva a cabo en la calle no tiene una motivación o un propósito político.

«Pueden decir lo que quieran, y yo lo escribo», agregó y explicó que ya lleva realizadas más de 300 postales, de las cuales muchas giran en torno a la guerra en Irak, la economía y la atención sanitaria, aunque algunos manifiestan sentimientos más personales, como las personas que tienen parientes en el servicio militar.

Preguntada porqué una máquina de escribir en lugar de un ordenador portátil, Oring señaló que era algo elegido a propósito.

«Creo que rompe barreras, que motiva a la gente a acercarse a ver qué estoy haciendo y eso lleva a que se inicie la conversación y a que hablemos de lo que les gustaría decir al presidente de EE.UU.», explicó.

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