Zelaya visitó la Morgue Judicial en Tegucigalpa, donde compartió con los familiares de los cuatro soldados del Ejército hondureño y los cuatro empleados del Servicio Nacional de acueductos y Alcantarillados (SANAA), muertos en el incidente que enlutó a Honduras.
“Este fue un sacrificio muy especial de hombres que salvando la naturaleza perdieron sus vidas, esto es algo extraordinario y digno de reconocerlo”, dijo el gobernante a los familiares de las víctimas.
A las muestras de pesar se unió Álvarez, quien, a su vez, anunció su apoyo a los sobrevivientes de las víctimas de esta tragedia.
“Nos sentimos comprometidos y con la responsabilidad de apoyar a los parientes”, declaró el jefe de la comuna capitalina a los periodistas, al tiempo que consideró que la tragedia debe servir de reflexión para que todos los ciudadanos protejan el medio ambiente, el lugar donde viven, y que cada uno de los capitalinos debe tener el compromiso de velar y denunciar a los pirómanos.
También pidió al Poder Ejecutivo coordinar los programas de apoyo a los familiares de las víctimas para no duplicar esfuerzos ni recursos.
“Debe realizarse un trabajo conjunto para no duplicar esfuerzos, ni trabajos ni recursos de parte de la comuna capitalina y el Gobierno Central, aquí no se trata de pelear quien da qué, si hay algo que ya esta cubierto ver que parte podemos dar para que la ayuda sea complementada” declaró, tras agregar que ya se puso de acuerdo con el presidente de la República Manuel Zelaya y de esta forma poder ayudar los dolientes de manera conjunta.
Las víctimas del incendio fueron identificadas como Máximo Zerón Martínez, Eligio Escoto Martínez, Enrique Escoto Martínez, Mario Evelio Sierra, Julio Cesar Escoto, Gumersindo Sánchez, José Emérito Castro Flores y Julián Martínez.