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Espectro de los apagones y nuevo “tarifazo” sacan a luz errática política energética de «Mel»

Tegucigalpa.-A corto o mediano plazo, los hondureños deberán soportar un nuevo aumento a las tarifas del servicio de energía eléctrica, confirmando así la norma, que es la población la que debe pagar los errores de ésta y pasadas administraciones en la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).
 

La crisis que hoy enfrenta la ENEE es una crónica de improvisaciones y desaciertos que han llevado a esa empresa a una situación duramente superable, pero que arrastra en ese proceso, el sudor y sacrificio de la mayoría de los hondureños.

El anuncio de un nuevo “tarifazo” lo hizo el mismo presidente del Banco Central Edwin Araque, tras su retornó de Washington, en donde el gobierno delineó el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En conferencia de prensa los funcionarios anunciaron que el gobierno podría aprobar un ajuste a la tarifa del servicio y rescatar las finanzas de esa empresa, sin confirmar porcentaje alguno, aunque se habla de un ajuste de 10 y 20 por ciento.

La medida, como una “recomendación” del FMI busca reducir la alta mora de la Enee y su recuperación financiera, lastimosamente a costillas del exiguo bolsillo de los hondureños, que además resienten la incertidumbre de los apagones que ya afectan al país.

Las alertas sobre esta situación, comenzaron hace más de dos años, analistas, directivos de organizaciones técnicas, la sociedad civil y organismos financieros no solo han advertido la gravedad de los hechos, sino recomendado medidas para sanear la empresa, pasando por elevar las tarifas y evitar los apagones que afectarían la economía nacional.

Ha sido la improvisación en la toma de decisiones y la alta mora, factores que han agudizado la crisis, y el incumplimiento de pagos a generadoras vislumbra un futuro incierto y que a dos años de gobierno no han tenido solución, a pesar del paso de siete gerentes y dos interventorías.

Futuro incierto

Es un dudoso futuro, expresó el economista Martín Barahona, quien agregó que el gobierno recibió una situación difícil y lo que va a entregar será tan difícil como enderezar la situación.

Señaló que es posible cambiar la situación, porque el Estado tiene capacidad para hacer proyectos hidroeléctricos u otro tipo de energía no renovable, pero lamentable no se hace y se sigue apostando a la generación térmica.

En lo técnico, la preocupación es similar, más aún cuando los expertos han sido marginados de las soluciones, dice Gilberto Espinoza, Presidente del Colegio de Ingenieros Mecánicos y Eléctricos de Honduras, organización que integró la primera junta interventora.

El profesional, apunta que les preocupa el hecho de no ver una política definida y que por muchos estudios que haya se necesita, que quien dirija la empresa, debe ser consciente de su responsabilidad.

Apagones disfrazados

Para el ex asesor de esa empresa, Mario Zelaya, la empresa necesita soluciones inmediatas y poder hacer frente a los costos elevados y esto pasa por devolverle la salud financiera.

Solo el Estado le debe mil millones de lempiras, así como el sector privado y el residencial que llega a los mil 200 millones de lempiras y eso debe ser recuperado.

Cuando hay un déficit de más de 4 mil millones de lempiras la empresa limita sus inversiones en sistemas de transmisión, de distribución y generación, lo que resulta en un mal servicio como el que ya sufren los hondureños con los cortes, aunque se niegue que sean apagones programados, dijo Zelaya.

Retomando lo dicho por el FMI, organismo que advierte que la crítica situación financiera de la ENEE continúa afectando las finanzas del país, que sumado a otros factores, han complicado la firma de un acuerdo con el organismo crediticio.

Pablo Rodas, economista del Banco Centroamericano, señaló recientemente en un informe que la situación económica del país no es muy halagadora y se destaca que a pesar del aumento en la recaudación tributaria, el resultado fiscal sigue siendo perjudicado por los déficits de la ENEE y Hondutel.

“Ha habido problemas con las licitaciones de energía. Además hay amenazas de apagones eléctricos”, advierte el BCIE en dicho informe.

En otro informe del Banco Mundial, ha pedido elaborar una estrategia en el sector de energía, ante una serie de avisos y alertas sobre lo que podría sobrevenir en el futuro si no se adoptan las medidas urgentes que la situación demanda.

Esta crisis se viene dando desde inicios de los noventas, cuando el sector eléctrico sufrió una severa crisis financiera, siendo que las tarifas no fueron ajustadas y cubrir el servicio de la deuda de El Cajón, el desempeño deficiente, número excesivo de empleados y mal mantenimiento de las térmicas.

Esto condujo a la crisis energética de 1993 al coincidir una sequía severa con la falta de capacidad de generación.

Además, la separación de los papeles del gobierno no fue efectiva: a SERNA y el Gabinete de Energía les faltó apoyo técnico y experiencia para las tareas de planificación energética y de formulación de políticas.

Pésimo desempeño: BM

Para el Banco Mundial, el desempeño de la ENEE no es adecuado, las pérdidas aumentaron durante 2001 al 2006 de 20 a 25 %, en su mayor parte por hurto, fraude y conexiones ilegales.

El sistema de generación hidroeléctrico fue convertido en termo eléctrico, y ahora el país depende de combustibles importados para generar el 70 % de su energía.

El costo de las compras de energía y en combustibles se duplicó y los ingresos de la empresa reducidos por las altas pérdidas no pudieron cubrir el aumento de costos.

Los resultados visibles de esta situación son: la crisis energética inminente que puede afectar a Honduras en los próximos dos años, y la crisis financiera de la ENEE.

En lo económico, la empresa sufre pérdidas de casi 2,500 millones de lempiras anuales. Su flujo interno de caja es negativo, debiendo relegar inversiones para distribución y transmisión y financiar el faltante con préstamos caros de la banca local y créditos de los generadores térmicos por la mora en el pago de energía.

Según el Banco Mundial, la crisis se da por factores como el desempeño inadecuado de la ENEE (altas pérdidas eléctricas; vulnerabilidad de costos de generación de un sistema mayormente térmico sujeto a los cambios del precio internacional del combustible; altos costos de las generadoras y el precio al consumidor que solo cubre el 81 % del costo de suministro y asumiendo pérdidas del 15 %.

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