Los nombramientos, que fueron anunciados tras la reunión habitual de los viernes del Ejecutivo español, se harán efectivos en las próximas semanas con el traslado de los diplomáticos a sus nuevas embajadas.
Rupérez, de 64 años, ha sido desde junio de 2005 el máximo representante diplomático español en Bagdad, cargo al que llegó dos años después del comienzo de la Guerra de Irak y un año después de la llegada al poder del presidente del Gobierno de España, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Presentó sus cartas credenciales a finales de ese año, convirtiéndose en el primer diplomático español con rango de embajador en Irak desde 1991, pues España retiró entonces a su representante en Bagdad tras la invasión de Kuwait.
Rupérez ha estado destinado en Cuba, Egipto, Israel y Ucrania, y ha desempeñado otros cargos, como el de vicepresidente del Comité Hispano-Norteamericano entre 2003 y 2005.
Por su parte, Pérez-Hernández, de 52 años, ha ejercido como embajador en la República Islámica de Irán desde agosto de 2004, un año antes de la llegada a la presidencia de este país de Mahmud Ahmadineyad.
El nuevo embajador en Nicaragua ha trabajado en las oficinas diplomáticas de Turquía y Marruecos y ha ocupado diversos cargos en el Ministerio de Asuntos Exteriores español, como director general de Cooperación con África, Asia y Europa Oriental.