Lobo se declaró vencedor con un margen de 16 puntos de ventaja sobre su más directo rival, Elvin Santos, del Partido Liberal, en unos comicios que se desarrollaron sin el apoyo de gran parte de la comunidad internacional por considerarlos ilegítimos y realizados en un marco de una ruptura del orden constitucional.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó hoy su confianza en que Lobo y el presidente depuesto, Manuel Zelaya, faciliten un nuevo acuerdo nacional en Honduras que fije plazos y procedimientos para restaurar el orden democrático, y sin el cual España no podrá reconocer un nuevo presidente.
Rodríguez Zapatero argumentó que «la actitud lógica» es no reconocer pero tampoco ignorar las elecciones, para, a partir de la actual situación «sui géneris», trabajar para restituir la legalidad, lograr un acuerdo nacional y adoptar decisiones que impidan nuevas tentaciones golpistas.
El presidente depuesto se encuentra en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde permanece rodeado de un fuerte dispositivo militar desde el pasado 21 de septiembre.