Esa leyenda ahora se destrozó. Los liberales no pudieron en esta ocasión retener el triunfo por un período más, debido no sólo a la salida del poder de
Reportes preliminares indican que Lobo aventaja a su opositor, Elvin Santos, por más de 17 puntos porcentuales de diferencia que representan un poco más de 200 mil sufragios.
No fue fácil para el presidenciable liberal Elvin Santos, unir un partido desde antes fraccionado y despedazado. Zelaya es, a la larga, el gran elector que hizo perder a los liberales, algo en lo que Santos no ayudó mucho por falta de madurez política, además de la barrera de distancia que puso entre él y sus electores.
A ello se suma el boicot mismo que al Partido Liberal y a la democracia hondureña hiciera desde su auto encierro en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, el depuesto
La historia política hondureña indica que desde los años ochenta, cuando el país retornó a la democracia formal, los comicios en el país habían sido ganados con amplia ventaja por el Partido Liberal, con más de un siglo de fundación.
Desde 1980 al 2005, los liberales se habían atribuido cinco triunfos electorales, en tanto los nacionalistas en ese mismo período sólo contabilizan dos: el de 1989 con Rafael Leonardo Callejas, y el del 2001, con Ricardo Maduro.
Ahora, el presidente electo, Porfirio Lobo Sosa, quien obtiene un amplio triunfo, en una segunda vuelta por tratar de conquistar el solio presidencial, tiene el reto de dinamizar su partido, que en su nueva plataforma programática se define como una institución que basa sus principios en el “centro humanismo” basado en el respeto a la dignidad y el desarrollo integral de la persona humana.
![]() | En su página en el Internet, el Partido Nacional sostiene que son una institución política, democrática y popular, que lucha “dentro del Estado de Derecho por obtener y conservar el poder público con la finalidad de defender la soberanía, consolidar la democracia participativa e impulsar la justicia social”. También, afirma que busca contribuir en la construcción de un mundo en que impere la paz, la solidaridad y el respeto entre los pueblos. |
Ahora, con el triunfo, el presidente electo, Porfirio Lobo está llamado a poner a funcionar ese “centro humanista” del que hablan. Lobo dijo a la prensa internacional que una vez electo, iba a convocar en el mes de diciembre a un diálogo nacional y que no espera tener confrontación con nadie.
Simpático, conciliador y experto en las artes marciales, Porfirio “Pepe” Lobo como le conocen sus amigos y simpatizantes, ha indicado que a partir del 29 de noviembre, Honduras debe ver “hacia adelante” porque no desea “consumirse” viendo el pasado.
Esa mirada hacia al presente y hacia el futuro, sin duda le llevará a ayudar al actual presidente del Partido Nacional, el reelecto alcalde capitalino, Ricardo Álvarez, a apoyarlo en la renovación , modernización y democratización interna que amerita el nacionalismo y todo el sistema político de partidos en el país.
Lobo y Álvarez están obligados a renovar su partido y su ideología conservadora por acciones programáticas más atractivas, modernas, principios sólidos y una democratización interna que permita abrir a ese partido para seguir siendo opción de triunfo.
El Partido Nacional y el nuevo presidente electo tienen ante sí un reto histórico atractivo e interesante: insertar a Honduras en el siglo XXI.