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Partidos políticos afinan estrategias de campaña, la “resistencia» ajusta “boicot”

Tegucigalpa – Mientras las dirigencias de los partidos políticos legalmente constituidos e inscritos para participar en el proceso electoral general que se efectuará en Honduras, el 29 de noviembre próximo se preparan y afinan detalles, la “resistencia” que apoya el retorno al poder del defenestrado Manuel Zelaya se prepara para boicotear el anunciado proceso.
 

El propio ex presidente hablaba este viernes desde su base en Managua para decir que ni la comunidad internacional, ni él, ni sus seguidores agrupados en un frente de resistencia, reconocerá el proceso electoral que se verificará el último domingo de noviembre próximo.

En la contienda participan el partido Liberal en el poder, con su candidato Elvin Santos, quien se desempeñó como vicepresidente de Manuel Zelaya; los nacionalistas, principal fuerza opositora encabezados por Porfirio “Pepe” Lobo, quien aspira a ocupar la primera magistratura hondureña por segunda vez consecutiva.

El PINU – Social Demócrata encabeza su fórmula con Bernard Martínez, un líder garifuna de reconcomiendo nacional. En Honduras los garifunas son uno de los ocho grupos étnicos que habitan especialmente la costa atlántica de esta nación y cuyas comunidades están confirmadas por unos 200 mil personas.

Un dirigente sindical de larga data en Honduras, Felicito Ávila, es el presidenciable que encabeza la nómina de la Democracia Cristina , partido al que hace apenas unas horas se incorporaron para figurar en sus casillas diputadiles líderes de gran tradición como el filosofo Matías Funes y el economista Efraín Díaz Arrivillaga.


La Unificación Democrática, el más joven de los partidos políticos hondureños, es encabezada por César Ham, actual diputado al Parlamento hondureño y un hombre identificado plenamente con la resistencia “zelayista”. Ham encabeza la lucha por el retorno de Manuel Zelaya a la presidencia hondureña.

Pese a que su candidatura se mantiene inscrita, su partido ha sufrido una salida masiva de candidatos a puestos de elección popular que ha sido calificada como “una desbandada” política. Ham aún no brinda detalles de cómo efectuar su campaña.

El candidato independiente Carlos H. Reyes es un dirigente sindical de tradición en Honduras, calificado como uno de los líderes auténticos del movimiento popular, Carlos H. Reyes, ha descuidado su trabajo político y también se mantiene ligado a las actividades de la resistencia “zelayista”.

Este fin de semana los jefes de campaña de cada uno de los institutos políticos anuncio sendos eventos de lanzamiento de las candidaturas de sus líderes que inician la carrera final para lograr llegar a la primera magistratura del país.

María Antonieta de Bográn, candidata a vice presidente anunció para este sábado una reunión de la dirigencia nacional nacionalista preparando detalles del gran evento de lanzamiento que se realizará en las próximas horas.

Similar actividad dijo el jefe de campaña liberal que programa la dirección de la campaña del liberal Elvin santos quien este domingo reunirá en un hotel de Tegucigalpa a todos sus candidatos a cargos de diputados, alcaldes, regidores y demás puestos electivos.

Felicito Ávila, dijo que sus estrategias se preparan en la oriental ciudad de Danlí junto a sus más cercanos colaboradores y dirigentes partidarios.

Bernard Martínez organiza a sus cuadros de campaña en Francisco Morazán y contempla que su campaña alcanzará hasta el último rincón de Honduras.

Mientras tanto el ex presidente Zelaya reiteró, durante una rueda de prensa en Managua, que las elecciones hondureñas serán un fracaso y las calificó de “fraudulentas”.


Pese a que las elecciones en Honduras fueron convocadas antes de la salida del poder de Manuel Zelaya él se oftina en desacreditarlas al decir que “no queremos unas elecciones bajo sangre y fuego, desconocemos ese proceso y no estamos dispuestos a avalarlo”, sentenció.

Para Zelaya la única forma de que las elecciones se realicen y sean válidas es únicamente si él es restituido en el soleo presidencial.

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Asimismo rechazó la propuesta del actual dignatario hondureño, Roberto Micheletti quien nuevamente planteó su disposición de dejar la Casa Presidencial a cambio de que Zelaya también renuncie a volver al poder.


“Rechazamos cualquier tipo de propuesta que suplante la soberanía popular”, dijo Zelaya.

Dirigentes de la resistencia “zelayista” han reiterado que las elecciones hondureñas se enfrentarán a tropiezos y han amenazado con boicotear el proceso.

Como parte de la ofensiva “zelayista”, el candidato presidencial liberal Elvin Santos ha sido agredido durante varias comparencias públicas.

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Las peticiones de Carlos Sosa

El ex embajador de Honduras ante la OEA Carlos Sosa, un fervoroso seguidor de Manuel Zelaya, está negociando con otros países miembros del organismo para que presenten una resolución que rechace cualquier proceso electoral celebrado bajo el Gobierno hondureño.

Sosa dijo que está en contacto con varios embajadores para que ellos promuevan la resolución, dado que Honduras no puede presentarla al haber sido suspendida de la Organización de Estados Americanos (OEA) el pasado 4 de julio por el golpe de Estado del 28 de junio que derrocó y expulsó del país al presidente Manuel Zelaya.

El deseo del diplomático es que el texto sea presentado «a principios de la próxima semana», previsiblemente el martes o miércoles, en el Consejo Permanente del organismo, coincidiendo con la comparecencia de Zelaya ante ese órgano decisorio de la OEA.


So sa indicó que el documento recogería el principio de las resoluciones aprobadas por la OEA después del golpe de Estado, en el sentido de que no se reconocerá ningún Gobierno que surja de esa ruptura inconstitucional y, en concreto, el que surja de las elecciones presidenciales previstas para el 29 de noviembre.

En este sentido, explicó, la resolución diría «en palabras más claras» que «no se reconocerá ningún proceso electoral que no se lleve a cabo bajo la tutela del presidente Zelaya».

Pese a ello en Honduras se apuesta al proceso electoral como una salida a la crisis política nacional.

El censo electoral cuenta en su registro con 4,4 millones de electores que depositarán el sufragio en unas 15 mil urnas, custodiadas por 190 mil delegados según datos oficiales del Tribunal Supremo Electoral.
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