Gobierno canadiense mantiene silencio sobre la crisis política hondureña
El secretario de Estado para el Continente ha cuestionado la vocación democrática del presidente depuesto Zelaya.
Canadá se ha mostrado preocupada por el futuro de la democracia en el país centroamericano ante la intención del depuesto mandatario de consultar sobre posibles cambios en la constitución.
En el comunicado Kent condenó el golpe de Estado y dijo que Canadá quiere «una solución pacífica a la actual crisis política» pero sin solicitar la restitución de Zelaya.
Mientras, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, y el canciller canadiense, Lawrence Cannon, han mantenido un absoluto mutismo sobre la situación.
Harper ha expresado en numerosas ocasiones la voluntad de su Gobierno de relanzar sus relaciones con Latinoamérica y ha puesto como ejemplo los tratados de libre comercio que está negociando con varios países de la región.
Precisamente fue Kent quien a principios de junio cuestionó la vocación democrática del presidente depuesto Zelaya y quien dijo que Canadá estaba preocupada por el futuro de la democracia en el país centroamericano ante la intención del depuesto mandatario de consultar sobre posibles cambios en la constitución.
Desde la llegada al poder en el 2006 del primer ministro Stephen Harper, el Gobierno canadiense ha mostrado su frialdad hacia los países «izquierdistas» de la región, especialmente Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Honduras.