«Los paquetes de estímulo darán un empujón, pero a menos que el mercado de crédito se ponga a funcionar de nuevo, se volverá a caer», señaló.
Según explicó, las previsiones del BM muestran una ralentización de la economía no vista «desde la Segunda Guerra Mundial o la Gran Depresión» y una caída del comercio a sus niveles mínimos «en 80 años».
Además destacó los altos niveles de inestabilidad que persisten y aseguró que aún no han comenzado a sentirse los efectos que la crisis ha tenido en los países en desarrollo.
Zoellick consideró también que la actual coyuntura supone un «desafío para el euro y para la solidaridad dentro de la UE», en especial, entre los países de Europa Occidental y Oriental.