Se trata de los presidiarios Napoleón Portillo y Samuel Bonilla Reyes, quienes guardaban prisión en el centro penal de Nacaome, pero huyeron del mismo el fin de semana antepasado luego de ultimar a dos guardias penitenciarios.
Ambos reos protagonizaron un espectacular escape en el penal de Nacaome, de donde escaparon junto al cabecilla de una banda de secuestradores y asaltantes de bancos, identificado como Miguel Osorto, quien fue recapturado días después en una clínica de la zona sur en donde se recuperada de las heridas.
Portillo y Samuel Bonilla Reyes habían logrado huir a El Salvador, desde donde lograron pasar a Honduras por el occidente del país.
A ambos reclusos se les seguía la pista y tras recibir información de inteligencia fueron recapturados en la comunidad de Quimistán, Santa Bárbara, en donde habían logrado refugiarse en la vivienda de los parientes de de uno de ellos, informó el jefe de la DNIC.
Portillo y Bonilla Reyes están acusados por los delitos de homicidio y portación ilegal de armas.
Ambos delincuentes serán trasladados al penal de Nacaome, informó Murillo, aunque no informó si se redoblarán las medidas para evitar que vuelvan a fugarse.
El empresario ferretero Martín Jiménez y dos personas sin identificar fueron acribilladas por varios desconocidos en El Progreso, Yoro, norte de Honduras.
Operativos
La policía también realizó hoy varios operativos en las principales ciudades del país que dejaron varias personas detenidas, armas, motocicletas y varios vehículos confiscados. En los “madrugones” de este día se hizo presente el ministro de Seguridad Jorge Rodas Gamero, quien ha sido cuestionado por no salir a la calle a combatir a los delincuentes.
En la capital, la policía logró la captura de cuatro personas con orden de captura pendiente, entre ellos un abogado que estaba acusado de varios delitos.
Los operativos comenzaron a las dos de la madrugada y concluyeron al filo de las 9:00 de la mañana.
Rodas Gamero indicó que los operativos son parte de las acciones que está adoptando la policía para frenar la ola de delincuencia que azota el territorio hondureño.