El Papa dialogó esta jornada con cerca de 500 personas entre párrocos, diáconos y seminaristas guiados por el cardenal vicario, Agostino Vallini, y respondió a numerosas preguntas sobre la liturgia, las pastorales juveniles y la crisis económica.
«En la caída de las grandes bancas estadounidenses se demuestra el error de fondo: la avaricia humana y la idolatría que oscurecen al verdadero Dios, que es siempre la falsificación de Dios con un otro dios Mammona (en arameo, riqueza) que regresa», subrayó.
Para el Pontífice, la Iglesia «debe denunciar todo ello con coraje y también con concreción porque los grandes moralismos no ayudan si no están apoyados por la conciencia de la realidad, que ayuda también a comprender qué se puede hacer en concreto».
Benedicto XVI explicó que la Iglesia «no sólo denuncia el mal, muestra también el camino que lleva a la justicia, a la caridad y a la conversión de los corazones».
Reconoció que la tarea «no siempre es fácil porque a menudo se oponen intereses de grupo».
El Papa indicó a los párrocos de Roma que trabaja en una encíclica en «estos tiempos difíciles», difíciles porque, «por un lado, es necesario hablar con competencia» y, «por otro, con la conciencia y la ética formada del Evangelio».
La tercera Encíclica del Papa, titulada «Caritas in Veritate», está previsto que salga en primavera.