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México no es un Estado «fallido» pero la violencia preocupa mucho en EE.UU.

Washington – El Gobierno de México afronta una cruenta lucha contra el narcotráfico y aunque está lejos de ser un Estado «fallido», la «narcoviolencia» hoy ha sonado las alarmas dentro y fuera del Congreso de Estados Unidos y acapara titulares en los principales medios.
 

La violencia en la frontera sur será tema en dos audiencias del Comité de Seguridad Nacional del Senado, anunció hoy el presidente de esa comisión, el independiente Joe Lieberman.

La primera audiencia será el próximo 25 de marzo en Washington y la segunda en Arizona en abril, y ambas evaluarán la violencia en la frontera y la capacidad de respuesta de las autoridades locales, estatales y federales.

«La frontera sur siempre ha estado en nuestro radar como punto de entrada de las drogas y contrabandistas de personas, y de otros que puedan amenazar nuestra seguridad nacional», dijo Lieberman.

«La reciente escalada de violencia a lo largo de la frontera sur exige nuestra atención inmediata», enfatizó.

En eso ha coincidido la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, quien dijo el miércoles en una audiencia de la Cámara de Representantes que estudiará la solicitud del gobernador de Texas, Rick Perry, de enviar unos mil agentes federales o miembros del Ejército a reforzar la seguridad fronteriza.

En la Cámara Baja, que el miércoles aprobó otra partida de 405 millones de dólares para la Iniciativa Mérida, el Comité Judicial aún no ha respondido a una solicitud del legislador republicano Lamar Smith de convocar una audiencia sobre México.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo hoy que el presidente Barack Obama vigila de cerca la situación en ese país.

«No hay duda de que la situación es del interés del presidente, de gran interés. Es algo que el equipo de seguridad nacional está vigilando de cerca», observó.

Gibbs no se pronunció sobre la solicitud del gobernador Perry.

El lunes, sin embargo, Obama emitió la primera de una serie de directrices para revisar la política de seguridad nacional, con la meta de incorporar el Consejo de la Seguridad del Territorio Nacional, creado en 2001, al Consejo de Seguridad Nacional.

Obama dijo entonces que «no se puede diferenciar entre ambas entidades».

El Consejo tendrá más autoridad para responder a una amplia gama de asuntos domésticos y externos, como la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y el narcotráfico.

En entrevista con Efe, el presidente del subcomité para Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, el demócrata Elliot Engel, dijo hoy que Estados Unidos debe poner más atención a México y el resto de América Latina que, a su juicio, es «una región que fue olvidada por la anterior Administración».

Para Engel, es urgente el apoyo de Washington porque la violencia en México podría desbordarse al lado estadounidense de la frontera común, y eso mismo ha comunicado en una carta que envió recientemente a Obama.

«Por supuesto que nos preocupa lo que está pasando en México, pero también nos debe preocupar que las armas, que vienen de Europa y Asia y se modifican acá, fluyan ilegalmente a México», enfatizó Engel, quien se reunió por tercera vez con el presidente mexicano, Felipe Calderón, en su visita a México la semana pasada.

«Ningún elemento de nuestra política por sí solo va a terminar con la violencia o con las drogas, pero tenemos que usar todas las herramientas a nuestro alcance, porque es un problema muy serio y complejo. Tenemos una enorme oportunidad para trabajar con México y el presidente Calderón es el hombre indicado», afirmó.

Por su parte, también el jefe del Estado Mayor Conjunto del Pentágono, el almirante Mike Mullen, dijo que le preocupa la violencia en México, país al que viajará la próxima semana como parte de una gira por América Latina.

Estados Unidos está evaluando «la manera de ayudarles para poder afrontar esta clase de amenaza», dijo Mullen.

La lucha antinarcóticos es una de las prioridades de la agenda bilateral pero ha levantado ampollas en México.

El presidente Calderón aseguró hoy que México no es un Estado fallido ni ha perdido el control de su territorio, por culpa del narcotráfico y el crimen organizado.

«Hace falta una buena limpieza del otro lado de la frontera», insistió Calderón, quien ha desplegado miembros del Ejército en once de los 31 estados del territorio nacional.

Pero la narcoviolencia preocupa sobremanera en Washington, ante cifras que dan cuenta de más de 6.000 muertos en 2008 y más de mil en lo que va de este año.

Al defender sus parcelas y rutas, los han perfeccionado la táctica del miedo para subvertir a las fuerzas de seguridad en México, a veces en connivencia con funcionarios corruptos.

El fruto de esa táctica se ve en los asesinatos, secuestros, decapitaciones y demás crímenes violentos que se registran casi a diario en la franja fronteriza, y que han obligado al Departamento de Estado a emitir alertas de viaje a México.

Los medios de comunicación estadounidenses han comenzado a prestar más atención, con coberturas diarias del asunto. La semana pasada, la página web de CNN incluso llegó a advertir en un titular de que la narcoviolencia está empujando a México hacia una «guerra civil».

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