«No hay militares, miembros de las Fuerzas Armadas (nicaragüenses), involucrados» en ese supuesto apoyo a grupos irregulares armados en Honduras, dijo a periodistas el jefe militar, tras participar en un acto en conmemoración del Día Nacional del Soldado a la Patria.
«Es una acusación infundada», agregó Avilés, quien estuvo acompañado de la cúpula militar nicaragüense.
Avilés se refirió así luego de que el pasado martes el presidente hondureño, Porfirio Lobo, revelara en la reunión semanal del Consejo de Ministros que en la zona del Bajo Aguán se detectaron «depósitos de armas» y «gente que ha estado viajando fuera de Honduras a recibir entrenamiento» en lucha armada.
«Todo eso lo tenemos ubicado, incluso los lugares donde se están entrenando fuera de aquí de Honduras, es una gran cantidad de armas que hay y vamos tras de eso», acotó Lobo.
Posteriormente, el ministro hondureño de Seguridad, Óscar Álvarez, aseguró a periodistas: «La información que tenemos es que la gente que sale de Honduras se ha estado moviendo hacia Nicaragua» supuestamente para entrenarse.
Las autoridades hondureñas «han detectado la posibilidad del ingreso de armas de grueso calibre al territorio nacional (…) por la zona fronteriza con Nicaragua», indicó ese día Álvarez.
Sin embargo, el ministro hondureño aclaró que no se estaba acusando de esos hechos al Gobierno de Nicaragua, y al respecto puntualizó: «Estamos investigando, no sabemos si el Gobierno de Nicaragua sabe eso».
También el viceministro hondureño de Seguridad, Armando Calidonio, indicó el viernes a periodistas que «jamás se ha hablado del Gobierno de ese país» (Nicaragua) como involucrado.
El propio Lobo volvió a referirse al asunto ayer ante los periodistas, y manifestó: «Lo que expresé (el martes) es que tenemos informaciones de que están recibiendo entrenamiento en ‘equis país’ pero no dije en cuál, yo no he dado nombres».
Y el canciller hondureño, Mario Canahuati, al responder a críticas de algunos sectores políticos y de la prensa sobre por qué no protestaba ante Nicaragua, dijo el jueves: «Yo necesito la documentación que me permita garantizar que tenemos la evidencia, de manera de no crearle a Honduras un problema internacional serio».
En ese sentido, Avilés aclaró hoy que de momento no ha habido información oficial de Honduras que señale al Ejército nicaragüense de colaborar con esos supuestos grupos irregulares.
El jefe militar, sin embargo, llamó la atención sobre que la denuncia de Honduras surja en medio de un litigio fronterizo entre Costa Rica y Nicaragua, y la disputa por los límites marítimos con Colombia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya.
Costa Rica y Honduras solicitaron a la CIJ que los admita como Estados parte en el contencioso de límites con Colombia que Nicaragua presentó en 2001 ante ese tribunal internacional.
Nicaragua y Colombia mantienen una disputa por los límites fronterizos en el Caribe debido a una demanda presentada por Managua, que declaró no válido un acuerdo de límites suscrito en 1928 y llevó el litigio a la CIJ.
El pleito en cuestión busca que la CIJ delimite una frontera marítima entre Nicaragua y Colombia y la soberanía de los cayos Serrana, Roncador, Quitasueño y otros accidentes geográficos insulares.
El presidente del país, Daniel Ortega, ha acusado a Colombia de encabezar una «conspiración» contra Nicaragua, atribuida, según él, a «una política expansionista» colombiana en el mar Caribe.
Desde el pasado 21 de octubre, Costa Rica ha denunciado a Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), la CIJ y la Convención Ramsar como responsable de daños ambientales y de «invadir» con militares una porción de la costarricense Isla Calero.