«Las FARC ya no tienen ningún sentido, deberían deponer las armas y entrar en la vía de la solución política y pacífica al conflicto que se ha desatado hace años y que propuso el presidente Álvaro Uribe, y que estoy seguro que (el presidente electo Juan Manuel) Santos va a retomar», dijo Funes a los periodistas.
El mandatario salvadoreño, un ex periodista que alcanzó la Presidencia de su país hace cerca de un año como candidato del grupo ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), explicó que la salida al conflicto armado en Colombia no puede ser comparada a la que vivió El Salvador.
«No es lo mismo un grupo insurgente que se levanta contra una dictadura militar (…), como ocurrió en El Salvador a principios de los 80, lo que permite resolver el conflicto de manera negociada, que lo que sucede en Colombia con las FARC».
Funes también se refirió a la ruptura de relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, que calificó de «lamentable», pero confió en que el nuevo presidente electo de Colombia solucione la situación actual entre Caracas y Bogotá.
«Vemos con expectativa que bajo la Presidencia de Santos se pueda resolver este problema, porque lo que necesita Latinoamérica son países que puedan estrechar sus relaciones y cooperar mutuamente para resolver problemas que no son domésticos ni nacionales, sino compartidos a nivel latinoamericano», explicó.
En este sentido, aseguró que dos países unidos «por lazos históricos y una proximidad fronteriza que plantea estrechas relaciones económicas y comerciales» se hayan «distanciado por un problema que tiene una solución».
Y aunque admitió que El Salvador no es un país que «juegue un rol en la geopolítica latinoamericana, como pueden jugar otros países mas cercanos», sí puso a disposición la «experiencia histórica de El Salvador en solución de conflictos».
Por último, detalló que había mantenido una «reunión excelente» con Uribe minutos antes, al que expresó su confianza en que «los cimientos de la democracia que él ha logrado construir en estos ocho años sirvan de plataforma para que Santos pueda hacer un buen Gobierno y Colombia pueda resolver sus problemas económicos, sociales y políticos».