El último expulsado ha sido el británico, que «tiene un historial de violencia por motivos racistas en acontecimientos deportivos», informó hoy la portavoz de la Policía sudafricana, la general Sally de Beer.
«Podría haber supuesto una amenaza para el orden público y por eso se le ha prohibido entrar en Sudáfrica», cuando llegó al aeropuerto internacional «O.R.Tambo» de Johannesburgo, explicó la portavoz policial.
Según De Beer, el hombre, de 42 años, llegó a Johannesburgo el viernes en un vuelo desde el aeropuerto londinense de Heathrow, fue detectado por los agentes de Inmigración y detenido por la División de Información Criminal, que lo repatriaron hoy.
Previamente, indica SAPA, once componentes de las «barras bravas» argentinas han sido expulsados de Sudáfrica, tras prohibírseles la entrada en el país.
De Beer ha indicado que los individuos expulsados, según sus historiales, «podrían haber causado desórdenes públicos, implicarse en actos violentos y provocar conflictos con hinchas de equipos opuestos y otros grupos procedentes de Argentina durante la Copa del Mundo 2010».
«Son conocidos por estar implicados en delitos y en enfrentamientos con agentes de la ley de su país», recalcó De Beer en relación con los componentes de las «barras bravas».