Así lo informó hoy Zelaya en un comunicado difundido por su asesor en Tegucigalpa, Rasel Tomé.
«En relación a mi retorno por lo que trascendió en los medios de comunicación, informo que estamos hablando con el presidente (de República Dominicana) Leonel Fernández, le tomaremos la palabra a Lobo y analizaremos en que consiste la propuesta», subraya el comunicado.
Zelaya ha dicho en reiteradas ocasiones que no regresa a Honduras porque ahora no hay condiciones y sería encarcelado.
Contra el ex gobernante, que fue derrocado el 28 de junio de 2009 cuando promovía una consulta popular para reformar la Constitución, pese a tener impedimentos legales, pende una orden de captura por cuatro delitos que le imputa el Ministerio Público, entre ellos abuso de poder y traición a la patria.
Pero según Lobo, ya ha hablado con las autoridades del poder judicial y el Ministerio Público para que Zelaya no sea encarcelado si regresa al país, aunque ha subrayado que el ex mandatario deberá responder en los tribunales por las acusaciones que tiene.
Lobo dijo el pasado jueves que le ofreció a Leonel Fernández ir a la República Dominicana para traer de regreso a Tegucigalpa a Manuel Zelaya, derrocado el 28 de junio de 2009, y demostrarle que no debe sentir temor de volver al país.
Ese viaje con Zelaya sería para demostrar que éste no debe temer regresar a Honduras, «pero si él no acepta yo no puedo hacer más», expresó Lobo en una rueda de prensa, en la que también pidió al derrocado ex mandatario que retire las demandas que interpuso contra el Estado hondureño.
En su escueta declaración, Zelaya señala que el Estado de Honduras tiene compromisos internacionales suscritos pendientes por cumplir con los países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), la Organización de Estados Americanos (OEA) y «con el propio Leonel Fernández para la reconciliación nacional».
«Y aunque Honduras esté ahora fuera de la OEA, ésta según mandato de su Carta Democrática, tiene la obligación de trabajar para la restitución del estado de derecho, la democracia y respeto a los derechos humanos», añade.
Según Zelaya, «el grave problema que tiene en este momento Honduras y al que debe responder el propio presidente» Lobo, «es la inmunidad (de) que en Honduras gozan los golpistas» y «la impunidad con que están cubiertos por los delitos de lesa humanidad y los privilegios que se les han otorgado».