Tegucigalpa – El Gabinete de Defensa y Seguridad de Honduras, activó este miércoles un protocolo de contención contra la propagación del COVID-19 en las cárceles de Honduras.
– Un Juzgado de Ejecución sampedrano ordenó el cierre de la cárcel de máxima seguridad El Pozo.
La anterior determinación, luego de que se detectara la muerte de un recluso a causa del COVID-19, en la cárcel de Ilama, Santa Bárbara, conocida como El Pozo,
En ese sentido titular del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA), Tito Libio Moreno, dijo en comparecencia nacional de radio y televisión, que desde que se detectó el primer caso de este padecimiento en el país, se desarrollaron protocolos para prevenir el contagio en las cárceles nacionales.
“La medidas de bioseguridad que se aplicaros y se siguen aplicando, son las que proporcionaron, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Secretaría de Salud”, agregó Moreno.
Por su parte del director del Instituto Nacional Penitenciario (INP), coronel José González, manifestó que desde que se conoció la posibilidad de que el contagio llegara a los centros penitenciarios, se comenzaron a tomar medidas de precaución, entre ellas capacitar al personal médico, se suspendieron las visitas y salida de reos que tenían audiencias, entre otras.
Asimismo el funcionario, destacó que “siempre se han seguido todos los protocolos para evitar que el virus llegara a la población penitenciaria, se concientizó y se proporcionó equipo de protección como productos de higiene”.
Sin embargo, afirmó que, los 22 mil privados de libertad que conforman el sistema nacional penitenciario, se encuentran sanos y no presentan sintomatología característica del COVID-19. No obstante dijo que se realizaron acciones para detectar más contagios, pero no se detectó el padecimiento.
«Es por eso que a raíz de haberse confirmado el primer caso de COVID-19 en un centro penitenciario, se activa la fase dos de contención. De de esta manera quedaron suspendidas todas la visitas desde el pasado mes de marzo, por lo tanto no se tiene contacto con personas de afuera», manifestó Eduardo Retes, médico del INP.
Por lo que agregó, que junto a personal de la Secretaría de Salud, se conformó un equipo especial que investiga el nexo epidemiológico de la persona que falleció a causa del virus.
El galeno informó que la víctima de COVID-19, de 52 años, estaba recluido en una celda con cuatro reos más, a quienes se les aplicó pruebas para detectar el padecimiento, por lo que ahora se esperan los resultados del Laboratorio de Virología.
Además se evaluó a todo el personal que pudo haber tenido contacto con el reo fallecido, pero hasta el momento no se puede establecer un nexo epidemiológico, “en vista de esta situación se activan los protocolos, donde los privados de libertad estarán aislados en sus celdas, además del distanciamiento social”, dijo el doctor.
Finalmente, el viceministro de la Secretaría de Seguridad, Luis Suazo, garantizó que se sigue trabajando contra la propagación del virus, además pidió a los familiares de los privados de libertad paciencia y compresión, ya que las medidas son para salvaguardar la vida de los reos.
«Las acciones contra la criminalidad no se han detenido», concluyó.
