Zafarrancho, politización e intolerancia deslucen Pacto por los Derechos Humanos

Tegucigalpa – Fue un acto deslucido en donde prevaleció el irrespeto a las personas y a los derechos humanos. Así fue la firma del Pacto Nacional por los Derechos Humanos en donde desde el auditorio hasta integrantes de un llamado Grupo Consultivo, provocaron la polarización del evento que se le fue de las manos a la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos, como actor convocante.
 

– Un grupo de seguidores de Libre se opusieron para que el candidato de Alianza Patriótica Hondureña, Romeo Vásquez Velásquez ofreciera su discurso.

– “Quiero que la gente sepa que el partido de gobierno no firmó este pacto, y eso me parece un irrespeto al pueblo hondureño, porque aquí venimos a firmar y el partido de gobierno no ha firmado este pacto que estupendamente fue realizado por el ministerio de Derechos Humanos”, criticó Salvador Nasralla.

– “Hoy por hoy no existen mecanismos claros para la defensa en el país, no hay mecanismos de acceso a la salud, educación, vivienda y estoy haciendo referencia porque son parte de los derechos humanos, entonces podemos decir que en Honduras no hay respeto a los derechos humanos”, aseguró Xiomara Castro.

– Rossana Guevara criticó la polarización en la que está sumido el pueblo hondureño y que haya desencantado un evento tan trascendental como es el de los derechos humanos.

De los ocho candidatos presidenciales, dos se hicieron representar por sus candidatos a designados presidenciales, es decir el Partido Nacional y el Partido Liberal, cuyo candidatos, Juan Hernández y Mauricio Villeda, designaron en Rossana Guevara y María Cristina Handal su representación al acto.

No obstante, a último momento el Partido Nacional no firmó el documento debido a que se produjeron cambios de última hora en el documento que no fueron consultados y luego la candidata de Libre, Xiomara Castro, se sacó de la manga de la camisa un agregado más que nadie conocía.

En este sentido, la candidata a designada presidencial del nacionalismo, Rossana Guevara dijo que ellos firmarían el Pacto cuando estuviera la versión final y luego de que el candidato nacionalista, Juan Hernández, conociera como quedaría el documento y sus alcances para no ser incoherentes con su política de defensa de los derechos humanos.

El Gran Pacto Nacional por los Derechos Humanos, es la primera política pública para que el Estado cumpla con los compromisos nacionales e internacionales asumidos en esa materia.

Mientras transcurría el acto, caracterizado por inusuales discursos que protocolariamente no ocurren en este tipo de eventos, el representante de la sociedad civil, Wilfredo Méndez, del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), se encargó de marcar el rumbo que tomaría el acto al indicar que apoyaban el Pacto pero no lo suscribirían si lo firmaba el candidato del partido Alianza Patriótica, el general retirado Romeo Vásquez Velásquez, por considerarlo un violador de los derechos humanos a quienes ellos tienen demandado por su papel en la crisis política de 2009.

Y comenzó así el acabose y declive de una ceremonia que se preveía solemne y con invitados especiales, entre ellos miembros de la cooperación internacional y hasta un representante del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.

Tras la firma del Pacto, se procedió a dar la palabra a los candidatos presidenciales y sus representantes. Aquí, un grupo de personas afines a la aspirante del Partido Libertad y Refundación se opusieron a que el candidato de Alianza Patriótica Hondureña, Romeo Vásquez Velásquez, dijera su discurso, demostrando así su falta de tolerancia en el evento y el rumbo de politización que terminaría tomando el mismo.

El general retirado, Romeo Vásquez, les dijo a sus detractores que si tenían pruebas de que es un violador de los derechos humanos que la presentaran en los tribunales y que él actuó en base a ley cuando le tocó jugar el papel que le correspondió en la crisis política de 2009.

Los activistas de Libre e incluso algunos de los derechos humanos, de la comunidad lésbico gay y de otros sectores comenzaron a abuchear al ex militar y al interior del evento se dieron pequeños roces entre personas, llevando a la ministra de derechos humanos, Ana Pineda, a dejar a un lado su rostro de felicidad para exhortarlos a la calma y a que se terminara de escuchar al resto de candidatos y representantes porque se estaba ante un “acto histórico” para Honduras.

Pero la calma no venía y la prensa corría de un lado a otro por tener la mejor toma y reacciones. Nuevamente los llamados de atención para volver al orden por parte de los organizadores hasta que vino nuevamente la calma.

Habló entonces la candidata a designada presidencial, María Cristina de Handal en representación de Villeda, quien aseguró que los derechos humanos y la dignidad de los hondureños serán un eje transversal en todas las políticas de Estado en el gobierno de Mauricio Villeda.

Agregó que la política pública y su plan de acción en Derechos Humanos es un compromiso que deberá de convertirse en realidad en el próximo gobierno, que deberá de ser totalmente despolitizado “si queremos tener un país en libertad, en paz y en justicia, porque los derechos de las personas no tienen, ni deben tener, ni colores, ni ideologías son universales”.

Handal sostuvo que el candidato liberal respeta y promueve la defensa y los derechos humanos, los convenios internacionales firmados por Honduras, al recordar que fue uno de los fundadores del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh), en los años ochenta.

El presidenciable por el Partido Anticorrupción, Salvador Nasralla cuestionó la no presencia del candidato del Partido Nacional, Juan Hernández ya que él es parte del gobierno de Porfirio Lobo, al considerar que su ausencia fue una falta de respeto para los presentes y a la firma del pacto.

Sugirió que las autoridades deben de poner en práctica el documento a partir de hoy y no esperar hasta el 27 de enero del próximo año, cuando uno de los precandidatos tome posesión del gobierno.

“Nosotros coincidimos con todo esto que se le irrespeta al pueblo hondureño, donde una cosa tan sencilla como lo es la identidad sólo 26 mil compatriotas de más de un millón que se encuentran en el exterior tienen su identificación”, criticó Nasralla al aprovechar la coyuntura para hacer proselitismo político.

La candidata por el partido Libertad y Refundación, Xiomara Castro dijo en su intervención que la esencia y minuta doctrinaria del partido Libre reciben en el respeto de los derechos humanos de todos los hondureños con la firma de este pacto.

Agregó que si le tocara hacer una revisión de las condiciones del país, pudiera decir que el 65 por ciento de los habitantes de la patria viven en pobreza, el 46 por ciento viven en extrema pobreza y “esa es la Honduras que tenemos”.

Castro sacó entonces un agregado que pidió se hiciera al Pacto relacionado con las violaciones a los derechos humanos durante la crisis de 2009, para luego contradecirse al indicar que cuando sea presidenta hará una constituyente y una refundación del país, dos elementos que prácticamente anularían lo que firmó este jueves.

Mientras que el presidenciable por el Partido Frente Amplio Político Electoral en Resistencia (Faper), Andrés Pavón, manifestó que este es un momento histórico para la patria, pero “lo estamos firmando sobre la base de 33 años de impunidad que tienen las violaciones de los derechos humanos en los años 80, sobre la base de14 años de impunidad de los desalojados del Berrinche y que todavía exigen justicia, sobre la base de los cuatro años de las víctimas del golpe de estado, sobre la base de las víctimas de las muertes del centro penal de Comayagua”.

Pavón lamentó que sea de esa forma que se diera la firma del pacto por la defensa de los derechos humanos.

El presidenciable terminó su breve discurso exclamando parte de un poema: “Cultivo una rosa blanca en julio como en enero para el amigo sincero, cultivo una rosa blanca…”, en un afán de venderse como un “candidato conciliador”.

El candidato por el Partido Innovación y Unidad (PINU), Jorge Aguilar, sostuvo que “Honduras se tiene que reconstruir, donde todos deben participar ya que si el país fracasa, fracasamos todos, por eso es responsabilidad de cada uno de nosotros en la reconstrucción que el país requiere”.

Aguilar pidió justicia social indistintamente de quien salga presidente.

La última intervención fue la de la candidata a designada presidencial por el Partido Nacional, Rossana Guevara en representación del presidenciable Juan Orlando Hernández.

Guevara excusó a Hernández por no estar presente en el evento y dijo que este se encontraba fuera del país.

La aspirante a designada manifestó que Hernández reitera su compromiso con los derechos humanos, por lo que dejó un mensaje para el pueblo hondureño.

“Merece mi reconocimiento el enorme esfuerzo que se ha hecho para desarrollar el tema de los derechos humanos en la conciencia colectiva de la ciudadanía hondureña”, reza parte de su mensaje.

“Tengo muy claro que el país necesita una política de estado en materia de derechos humanos, por lo tanto el Partido Nacional y en carácter personal estamos dispuestos a contribuir a que así sea”, detalló.

Guevara criticó la polarización en la que está sumido el pueblo hondureño y que haya desencantado un evento tan trascendental como es el de los derechos humanos.

“Considero que para que logremos una política efectiva tenemos que empezar a respetarnos todos independientemente de las ideologías que tenemos todos”, puntualizó.

De esta forma concluyó uno de los actos más deslucidos preparado por la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos, donde reinó el desorden, el zafarrancho, el irrespeto y la intolerancia en la reconciliación que de acuerdo a esa Secretaría, ellos impulsan.

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