Sus muertes dejaron profunda pena en la sociedad hondureña este 2014

Tegucigalpa – El año que termina este día dejó profundas heridas en la sociedad hondureña que lloró a sus muertos. Unos se fueron de este mundo por muerte natural y otros en condiciones de violencia.

El año comenzó con la sentida pérdida física del entrenador con más títulos en el fútbol hondureño, Carlos Padilla, quien murió de una enfermedad terminal el 6 de enero. Padilla se destacó en los principales clubes del país e incluso en la Selección Nacional.

A finales de enero también partió de la vida terrenal el ex titular de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), Mario López Stainer, luego de someterse a una intervención quirúrgica en Colombia.

El Día del Amor y la Amistad -14 de febrero- el gremio periodístico sufrió un duro golpe con la pérdida de Francisco Rodríguez Enamorado, destacado comunicador y una gran persona.

Sin embargo, sólo diez días después, el gran José “Trino” Murillo, reconocido y veterano periodista de la cadena radial HRN, también dejó de existir. “El Pizote” -como le decían de cariño a Murillo- dejó una profunda herida con su partida. Sus espacios de análisis informativos por las tardes extrañan su voz y la frase que lo popularizó: “Sean serios…”.

Mientras, el 12 de marzo el mundo político hondureño fue sorprendido con la infausta noticia del desaparecimiento físico de Adán Palacios. Éste ilustre ciudadano siempre estaba presto para iluminar a la prensa sobre aspectos relacionados al tema electoral.

Tres días más tarde, el espectáculo también era sacudido por la muerte del cómico chileno con corazón catracho, Armando Navarrete “Mandolino”. En sus últimos días laboró para la Televisión Educativa Nacional (TEN), donde gozada de gran popularidad.

Asimismo, el 4 de abril murió Manuel Ernesto Custodio, hijo del ex Ombudsman Ramón Custodio. “Neto” -como le conocían sus amigos- luchó por algún tiempo con una enfermedad que finalmente se lo llevó de esta tierra.

Felipe Pierrot fue otro de los hondureños que cerró sus ojos al mundo este 2014. Su deceso se produjo el 3 de junio, dejando enorme pesar en el gremio periodístico nacional.

El 10 de junio se conoció la infausta noticia de la muerte del experimentado político del Partido de Innovación y Unidad (Pinu), Toribio Aguilera, quien en sus últimos años se destacó como diputado al Congreso Nacional.

El mundo de las letras también despidió uno de sus hijos predilectos. El poeta, diplomático y periodista Óscar Acosta falleció el 15 de julio en la ciudad de Tegucigalpa.

Acosta fue prominente miembro de la Real Academia de la Lengua y laboró por muchos años en el servicio diplomático hondureño.

Tan sólo tres días después de la muerte de don Óscar Acosta, otro ilustre hondureño dejaba el mundo terrenal, el papá del ex presidente Rafael Callejas murió a la edad de 105 años.

Rafael Callejas Valentine fue dirigente del Club Deportivo Olimpia y ocupó cargos relevantes en la administración pública.

La violencia golpeó el ámbito periodístico nacional con el asesinato de Herlyn Espinal el 21 de julio y Nery Soto el 14 de julio. Ambos comunicadores perdieron sus vidas a manos de la violencia que sacude el país.

En tanto, el 22 de agosto el ex procurador del Ambiente y Recursos Naturales, Gilberto Ochoa Vásquez, pereció de muerte natural. Vásquez era reconocido simpatizante del Partido Liberal y dirigente deportivo del béisbol.

Terminando el octavo mes del año, la dirigente campesina Margarita Murillo fue asesinada en la costa norte del país. Su muerte dejó luto y dolor porque se destacó por sus luchas sociales.

En la ciudad de New York, se dio cuenta del deceso del “Rey de los Helados”, el ciudadano hondureño Alfredo Tibao (74), quien murió en un accidente laboral el pasado 19 de septiembre. El compatriota se caracterizó por brindar oportunidades de trabajos a los inmigrantes catrachos que llegaron al Bronx en busca del Sueño Americano.

El doble asesinato de las fiscales Marlene Banegas y Olga Patricia Eufragio fue uno de los hechos que más conmocionó a la sociedad hondureña. Las abogadas fueron acribilladas el 10 de octubre en la Avenida Circunvalación de San Pedro Sula. Sus muertes aún siguen bajo investigación.

Otra de las muertes que golpeó al mundo político fue el deceso de la Matrona del Liberalismo, Margarita Baca Silva, ocurrido el 28 de octubre en Nicaragua.

Baca Silva fue la esposa del llamado león del liberalismo, Modesto Rodas Alvarado, una de las figuras insignes de ese partido en Honduras, según registra la historia. En el caso de doña Margarita fue la esposa y madre que no sólo sacó adelante a sus hijos, sino que se convirtió en una de las matronas más respetadas dentro del liberalismo.

El año cerró con el asesinato de las hermanas María José y Sofía Trinidad Alvarado ocurrido el 19 de noviembre en Santa Bárbara.

María José Alvarado fue electa este mismo año como Miss Honduras Mundo y debía representar al país en el certamen que se realizó en diciembre en Londres.

El doble crimen quizás fue de los acontecimientos que más espacios informativos ocuparon en la prensa nacional e incluso en todo el planeta.

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