Tegucigalpa – La violencia en la capital hondureña y en el norte del país, parece no tener horario pues sumado a las muertes ocurridas durante el día y la noche, las madrugadas también son perfectas para los criminales.
Esta madrugada, un joven de 24 años de edad murió luego que su propio vecino le propinara varios impactos de bala que le quitaron la vida de manera instantánea.
El hecho criminal ocurrió a eso de las 3:00 de la madrugada de este miércoles en la colonia Altos de la Centroamérica, donde Joel Portillo Hernández fue asesinado y cuyo cuerpo quedó tendido en las gradas de un callejón y a su lado el machete que el occiso portaba.
Por su parte, el homicida se entregó voluntariamente a las autoridades argumentando que lo hizo en defensa propia pues la víctima llegó hasta su casa a amenazarlo a muerte con un machete por lo que sacó su arma y le infirió varios disparos.
Tanto el occiso como el victimario son conductores de taxis y testigos indicaron que ambos son miembros de dos familias que mantienen una riña desde hace tiempos.
Mientras tanto, otro joven murió asesinado por sujetos que se conducían en un vehículo color blanco quienes le infirieron al menos 25 impactos de bala.
La víctima es Faser Sierra Figueroa de 25 años de edad quien fue atacado por varios sujetos que lo esperaban en la calle principal de la colonia San Miguel de Tegucigalpa.
Vecinos relataron que este es el segundo ataque a balazos que sufría Sierra Figueroa, lo que fue comprobado por el personal de Medicina Forense que encontraron cicatrices antiguas de bala.
En el norte de Honduras, a altas horas de la noche en el sector de la Rivera Hernández de San Pedro Sula, fue asesinado un joven en el interior de su vivienda.
Mientras que en Pimienta, Cortés, atado de pies y manos hacia atrás fue encontrado sin vida un comerciante que había desaparecido desde tempranas horas del martes.
