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La clase media de Honduras pasó de la canasta ampliada a la bolsita básica

Tegucigalpa – Para la clase media hondureña sostener su nivel de vida se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza, las cuentas ya no les cuadran, gasta más de lo que devenga, se ha endeudado y  se siente cada vez más pobre.

*Entre 2010 y 2012, se aprobaron ocho reformas fiscales para aumentar las recaudaciones, lo que disminuyó el poder adquisitivo de la clase media.
* La clase media paga el despilfarro de administraciones que dejaron la economía hondureña con un inmenso agujero fiscal a finales de la década pasada dicen expertos.
Así se resumen las opiniones de profesionales universitarios consultados por Proceso Digital quienes poseen un empleo donde devengan un salario, pero que ahora ya no les ajusta y hasta han tenido que dejar algunas comodidades además que su capacidad de ahorro es nula.
 
 Canasta Básica Ampliada

El término clase media por su nivel socioeconómico, se sitúa entre la clase obrera y la clase alta, sin embargo, con los ajustes fiscales sumandos a los abusos en los proveedores de bienes y servicios, un porcentaje de ese segmento ha pasado a la pobreza.
Trabajadores del sector universitario, tales como abogados, periodistas, odontólogos, sicólogos, ingenieros, trabajadores sociales, economistas y administradores de empresas entre otros, cuentan con salarios que resultan insuficientes para cubrir el costo de la Canasta Básica Ampliada (CBA) con la que se contaba hasta finales de 2013.
Ese indicador comprende el conjunto de bienes y servicios que sirve para satisfacer las necesidades básicas de una familia e incluye la alimentación y otros bienes básicos, vestuario, educación y transporte, entre otros, así como servicios como el cable, Internet, la telefonía móvil, la lectura, aparte de los costes de la electricidad, a través de los ajustes por combustible y el agua potable.

Tributos
 
carlos-MorazánPor su parte, Carlos Enrique Uclés, otro profesional universitario que se desempeña en el sector público, asevera que la vigencia el decreto 278-2013 que contiene la Ley de Ordenamiento de las Finanzas, Control de las Exoneraciones y Medidas Antievasión, aprobado en la administración anterior,  prácticamente agravó la crisis económica que vive la clase media.
“Fue exagerado el aumento, cuando se pasó de 12 al 15 por ciento, el Impuesto Sobre Ventas, y el precio de los combustibles que aunque hayan rebajas, no se ven reflejados en el valor de los productos” dijo.
Refiere que el precio de algunos servicios como el cable, Internet y telefonía móvil, son cobrados en dólares lo que significa alzas mensuales de acuerdo al deslizamiento de la moneda que anda por 21.23 lempiras para la venta con relación al dólar.
Refirió que a partir de septiembre, una de las  compañías más importantes de servicio de cable a la que está suscrito, comunicó a sus clientes que le incrementó un tres por ciento al precio de los servicios de cable, Internet y telefonía, argumentando que se les han incrementado sus costos de operación principalmente por el aumento en el valor de los combustibles.
También señaló que de paso esa compañía comete abusos como aumentar de un giga a dos gigas la navegación sin consultar a sus clientes, haciendo por ello un cobro extraordianrio.
Uclés también lamentó lo que sucede con las tarifas de la ENEE, las que resultan inexplicables en algunos casos, pues él solamente vive con su esposa y sus dos pequeños hijos y la factura anda en alrededor de dos mil lempiras mensuales.
 
Canasta se convirtió en bolsita básica
Abogado-EspinozaDe su parte, el abogado Alejandro Espinoza, quien se desenvuelve en el sector privado, apunta que ya no compra la canasta básica sino que la “bolsa básica”, porque ya no le ajusta, no le alcanza, no le rinde con los ingresos que obtiene.
“He terminado en las pulperías comprando una barra de margarina, una bolsita de café, dos semitas, una libra de azúcar o una bolsita de detergente, porque ya no me ajusta; allá una vez al mes o una vez cada dos meses, voy allí frente al Estadio Nacional, pero ya no es una canasta es una bolsita porque el dinero ya no alcanza ni para lo más elemental que es la comida”, lamentó.
Señala que a la par de la alimentación están los gastos de universidad, la escuela de los niños, transporte y a diario se tiene que estar sacando dinero de la bolsa, para ajustar las compras.
Espinoza quien refiere precios de productos como las carnes ha subido a niveles difíciles de adquirir. En tanto los frijoles que ya hay en el mercado tienen precios que superan en un 50 por ciento el valor que tenían en 2013.
Los casos de estos trabajadores reflejan la necesidad de poner atención a lo que pasa en la clase media, motor fundamental en el sostenimiento de la economía nacional mediante sus tributos, pero también, parte sustancial en el desarrollo empresarial e institucional de Honduras.
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