Tegucigalpa – La pandemia de COVID-19 en Honduras roza los 117,000 contagios y acumula 3,025 fallecidos desde que en marzo fueron confirmados los primeros casos con esa enfermedad, informó este sábado el estatal Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
Con dos nuevos fallecimientos, la cifra aumentó a 3,025, indicó el organismo hondureño en su comunicado diario, en el que además informó de que la tasa de letalidad por la COVID-19 es de 2,7 por ciento.
De 1,058 nuevas pruebas de laboratorio PCR, 648 dieron positivo, con los que los casos de contagios se elevaron a 116,860, según el informe oficial.
Las pruebas de laboratorio siguen siendo bajas en el país, que necesita tener un recuento de al menos 3,000 cada día, para tener un mejor panorama sobre la expansión de la enfermedad, según fuentes médicas de hospitales públicos.
El Sinager también registró hoy 604 personas hospitalizadas, de las que 458 presentan un cuadro estable, 126 graves y 20 en unidades de cuidados intensivos a nivel nacional.
Los pacientes recuperados ascendieron hoy a 54,200 con 198 nuevos casos, señaló el organismo sanitario, que de nuevo recordó que las personas que no tienen necesidad de salir de su casa, no lo hagan, y sigan cumpliendo con todas las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades sanitarias.
A más de nueve meses de la pandemia, son muchas las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas que han cerrado operaciones, agravando el desempleo que ya sufría el país, antes de la propagación del coronavirus SARS-CoV-2.
La pandemia de la mortal enfermedad sigue en alza y, según fuentes médicas, los contagios podrían aumentar con las celebraciones decembrinas en el país centroamericano, que mantiene una alerta roja (emergencia) por los daños severos que dejaron las tormentas tropicales Iota y Eta.
Más de 3.5 millones de personas resultaron afectadas por los fenómenos naturales, que dejaron cerca de un centenar de muertos en Honduras, según cifras oficiales.
A pesar de la alta incidencia de contagios y muertos por la enfermedad, las autoridades suspendieron las restricciones de circulación de la población para que se pueda abastecer de alimentos y otros servicios en medio de la emergencia por las tormentas tropicales.
No obstante, el organismo hondureño de Salud advirtió que la pandemia de coronavirus no ha terminado e hizo un llamamiento a la población a que si no tiene necesidad de salir, no lo haga, y evite las aglomeraciones de personas para no contraer la enfermedad.
La pandemia de COVID-19 se comenzó a expandir en marzo en Honduras, que tiene una población que ronda los 9.5 millones de habitantes, de los que más del 60 % son pobres. (ag)