Río de Janeiro – La falta de efectividad de la lucha contra el narcotráfico en Brasil, como la represión policial indiscriminada y un abordaje perfilado como de salud pública hacia los adictos a las drogas, fueron algunos de los temas de un debate realizado hoy entre especialistas en Río de Janeiro.
La coordinadora del Programa de Políticas sobre Drogas del Instituto Igarapé, Iliona Szabó, criticó hoy la legislación brasileña relativa a la lucha contra el narcotráfico por considerar que genera una situación de «estado de excepción».
Durante la presentación de un informe de diez medidas sobre drogadicción, presentado por entidades y profesionales, Szabó añadió que «en nombre de la guerra contra las drogas se puede entrar, matar y preguntar después».
Szabó es también coordinadora ejecutiva de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, que busca abrir un debate sobre las formas de reducir los daños causados por las drogas y que cuenta con el apoyo de figuras como el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, y del expresidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso.
«No existe una política represiva cualificada. Matar en nombre de la política antidrogas es legítimo en Brasil, en México, en Colombia y en toda América Central», afirmó Szabó, quien resaltó que esta situación solo se da en el hemisferio sur, ya que «en el norte esto no ocurre porque una muerte causa indignación».
Joao Paulo García, coordinador del programa ‘Segunda Chance’, que busca ayudar a integrar en la sociedad tanto a drogodependientes como a sus familiares, afirmó que las medidas de reducción de daños son necesarias para combatir el problema de la violencia en el país.
«La gente que llega al programa ya está cansada porque ha visto que solo tiene dos caminos: la cárcel o la muerte», afirmó García, cuya asociación se caracteriza por ser «un proyecto de expresidiarios para expresidiarios».
Por otro lado, el investigador del Programa de ‘Crack, Alcohol y otras Drogas’, de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), Francisco Inácio Bastos, alertó que el de las drogas «es un problema de salud pública».
En tanto, el coordinador del Centro de Convivencia ‘É de Lei’ (‘Es de Ley’), Bruno Ramos Gomes, señaló que «la salud depende de otros factores de integración».
Gomes comentó que parte del problema es que los adictos suelen tener «una visión muy del día a día» y por eso es necesario ofrecerles alternativas que les inviten a integrarse en la sociedad y a pensar en el futuro.
Ana Paula Pellegrino, coordinadora del programa ‘Pense Livre’, una iniciativa auspiciada por la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, resaltó que «hablar de la política de drogas es fundamental para el desarrollo político y humano de Brasil».
Actualmente ‘Pense Livre’ promueve una agenda para cambiar la política antidrogas del país, que incluye puntos tan polémicos como la despenalización del consumo de todas las drogas y la regulación de su uso.
La especialista Szabó, por su parte, abonó la teoría de que el Estado debe tener el control y la regulación de las drogas y realizó una ecuación financiera sobre el asunto al afirmar que el «el coste de la violencia en Brasil supone el 6 % del Producto Interno Bruto del país».
Para concluir, Szabó quiso dejar claro que en el contexto de este debate «ser pro reforma no es ser pro droga».