Tegucigalpa – Las autoridades de la Policía Nacional se comprometieron a no dejar en la impunidad el caso en el que se involucra a 71 elementos de esta institución, en el presunto extravío de 1.3 millones de dólares durante una operación en el departamento de Copán, donde se capturó los hermanos Miguel Arnulfo y Luis Alonso Valle Valle y anunciaron que han iniciado las audiencias de descargo al respecto.
La Policía Nacional está adscrita a la Secretaría de Seguridad.
En las últimas horas, emitieron un comunicado en el cual aseguraron que los órganos de seguridad del Estado investigan «en forma muy profesional el grado de responsabilidad que podrían tener los implicados en el hecho».
El escrito, publicado la noche del martes, también señala que se ha iniciado el proceso administrativo consistente en audiencias de descargo para deducir supuestas responsabilidades y aplicar las medidas que en base a la Ley corresponden.
En ese sentido y de establecerse algún grado de participación de los elementos policiales, «esto conllevaría a la cancelación del acuerdo y separación definitiva de la institución, sin desestimar cualquier acción judicial en su contra».
De acuerdo a lo informado por la policía, este es un caso que desde que se originó ha sido objeto de investigación y en los próximos días se remitirá al Ministerio Público, el informe que ha realizado la Inspectoría General de esta Secretaría de Estado, en coordinación con la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP).
Las investigaciones contribuirán en el proceso para individualizar el grado de presunta responsabilidad penal o inocencia de 51 miembros de la Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especial de Seguridad (TIGRES) y 20 de la unidad especial de Lucha Contra el Narcotráfico, adscrita a la Embajada de Estados Unidos, que participaron en el operativo.