San Salvador – El Salvador y Guatemala acordaron hoy crear una comisión especial de seguridad para enfrentar los «grandes desafíos» que sufren en esta materia e impulsar la unión aduanera entre ambos países, entre otros temas.
Los acuerdos fueron alcanzados hoy en San Salvador en una reunión privada que tuvo el mandatario de Guatemala, Otto Pérez Molina, con su homólogo salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, en el marco de su primera visita oficial al país.
El Salvador y Guatemala van a «organizar un grupo de alto nivel de seguridad y justicia» para prevenir y combatir los principales problemas de criminalidad que afectan a los dos países, dijo Pérez Molina en una declaración brindada junto a Sánchez Cerén a la prensa luego de la reunión en Casa Presidencial.
Esta comisión «nos va a permitir afrontar esos retos y esos grandes desafíos que tenemos en seguridad, que son problemas que compartimos también (con) El Salvador», agregó el mandatario guatemalteco.
«La comisión de alto nivel (estará) integrada por los dos ministros y todas las instancias que tienen que ver con el tema de seguridad», destacó, por su parte, Sánchez Cerén.
El propósito de esa iniciativa será «facilitar la colaboración bilateral en esta materia, a través de la concreción de mecanismos de intercambio de información, inteligencia, combate al crimen organizado trasnacional en todas sus áreas, tráfico ilícito de migrantes y cualquier otro delito conexo», precisó la Casa Presidencial salvadoreña en un comunicado.
Guatemala, El Salvador y Honduras integran el llamado Triángulo Norte centroamericano, considerado una de las zonas más violentas del mundo debido tanto al aumento del narcotráfico y la presencia de aliados de los carteles mexicanos, como a la debilidad de las instituciones estatales, según Naciones Unidas.
Por otra parte, los mandatarios acordaron impulsar la unión aduanera entre ambos países para dinamizar el comercio.
El gobernante guatemalteco indicó que una posible unión aduanera, entre El Salvador, su país y que incluya también a Honduras, «va a hacer crecer el producto interno bruto» como «mínimo un punto en los tres países», subrayó.
Honduras y Guatemala acordaron la semana pasada lograr la unión aduanera entre ambos países en un plazo de seis meses.
«Nuestra voluntad es que exista un libre tránsito de mercancía y de personas; ese es el propósito que nos hemos propuesto, el fin que nos hemos propuesto, para que la unión aduanera sea una realidad», destacó Sánchez Cerén.
Esa iniciativa «tiene que irse dando (…) con la mayor velocidad que podamos, porque necesitamos avanzar los dos países para movilizar la unión aduanera en toda la región centroamericana», añadió.
El mandatario salvadoreño se comprometió a nombrar los más pronto posible un comisionado presidencial, como el que ya tiene Guatemala, para agilizar ese proceso de unificación.
Por otra parte, los gobernantes acordaron iniciar un proceso de regulación migratoria para los salvadoreños que viven en Guatemala y viceversa, explicaron.
«Si vamos a abrir las fronteras, si vamos a dar libre paso, no pueden existir salvadoreños indocumentados en Guatemala ni guatemaltecos indocumentados en El Salvador», argumentó Sánchez Cerén.
También se comprometieron a realizar esfuerzos conjuntos para mejorar la infraestructura binacional necesaria para dinamizar la actividad económica.
Bajo ese compromiso, El Salvador financiará la construcción de los puentes binacionales Manuel José Arce y Anguiatú, mientras que Guatemala procederá igual con el puente El Jobo, en el paso fronterizo Las Chinamas-Valle Nuevo, destacaron.
De acuerdo con Sánchez Cerén, Guatemala y El Salvador tienen «una relación dinámica, no sólo de amistad, sino también económica».
El Salvador «importó en 2014 casi 1.000 millones de dólares y exportó alrededor de 700 millones de dólares; eso hace que entre Guatemala y El Salvador tengamos una incidencia en el mercado centroamericano», enfatizó.
El mandatario guatemalteco concluyó su agenda oficial en El Salvador con la visita a la tumba del asesinado arzobispo de San Salvador Oscar Arnulfo Romero, que ha sido declarado mártir por el papa y que pronto será beatificado.
Pérez Molina le rindió tributo a Romero con una ofrenda floral ante su tumba en la cripta ubicada en las instalaciones de la Catedral Metropolitana, en San Salvador.
Romero, que se caracterizó por defender a los más pobres y desprotegidos del país, fue asesinado por un francotirador cuando oficiaba una misa el 24 de marzo de 1980 en una capilla de San Salvador.