El síndrome metabólico supone la aparición conjunta de varios factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, elevación de la glucosa y cambios en los lípidos) y afecta al 20 % de la población española. Quien lo padece habitualmente tiene sobrepeso y un elevado riesgo de padecer diabetes o infartos de miocardio.
Ahora, un equipo de investigadores españoles ha identificado marcadores de oxidación que ayudan a comprender mejor cómo se produce el síndrome metabólico.
Los resultados se han publicado en la revista Diabetes y, según sus responsables, estos marcadores podrían ser utilizados en la práctica clínica para identificar precozmente a personas con elevado riesgo de enfermar.
El estudio ha sido coordinado por Martín Laclaustra, investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) en la Universidad Autónoma de Madrid, y se ha realizado en colaboración con el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).
Según una nota de CIBERESP, una de las alteraciones que suelen identificarse habitualmente con el síndrome metabólico es la resistencia a la insulina.
Sin embargo, en este estudio se ha descubierto que esta resistencia no es lo primero que aparece, como se suponía, y que “hay cosas paralelas que están ocurriendo y que se pueden detectar con marcadores de oxidación”.
Para ello, los autores de esta investigación estudiaron a 3.987 adultos no diabéticos incluidos en el estudio PESA y valoraron su nivel de estrés oxidativo midiendo partículas LDL oxidadas (estas partículas LDL también están implicadas en el transporte de lo que se conoce como “el colesterol malo”).
Descubrieron que la concentración de LDL oxidadas se asocia con los componentes del síndrome metabólico tanto en personas delgadas como obesas e incluso en las que no tienen resistencia a la insulina y por tanto están en fases precoces de desarrollo del síndrome metabólico.
En los últimos años ya se había identificado que el estrés oxidativo, una situación bioquímica capaz de dañar moléculas del organismo, sobre todo proteínas, lípidos y elADN, está relacionado con el desarrollo de enfermedades crónicas como las cardiovasculares y el cáncer, según la misma nota.
El estrés oxidativoaumenta con la edad y se produce al fumar, al consumir ciertos tipos de dietas pobres en vitaminas o al llevar una vida sedentaria, entre otros. Éste está bastante elevado en personas con exceso de peso.
Algunos investigadores consideran que podría ser el eslabón que vincula la obesidad con el desarrollo de síndrome metabólico. También, que el estrés oxidativo provoca resistencia a la insulina y que, de esta forma, él podría causar el síndrome metabólico.
En esta investigación, se estudiaron todas estas hipótesis: utilizando técnicas estadísticas sofisticadas (análisis de mediación), los autores verificaron que la oxidación de LDL media solo de “forma muy modesta” en la cadena causal entre obesidad y síndrome metabólico, y que no es necesario que la presencia de LDL oxidada produzca resistencia a la insulina para que se asocie con los factores de riesgo del síndrome metabólico.
Marcador precoz del síndrome metabólico
Estos hallazgos sobre que los mecanismos de oxidación asociados al síndrome metabólico ocurren más allá de la resistencia a la insulina o la obesidad, tienen implicaciones para avanzar en la comprensión de cómo se produce el síndrome metabólico.
“Pero sobre todo muestran que la LDL oxidada es un marcador precoz de alteración metabólica. En el futuro este marcador podría ser utilizado en la práctica clínica para identificar a personas con elevado riesgo de enfermar en las que actuar pronto para evitar las consecuencias nocivas del síndrome metabólico”, concluye Martín Laclaustra. Efe