Tegucigalpa – La paralización del sector turístico en Honduras por el coronavirus ha causado hasta ahora pérdidas por más de 1.000 millones de dólares y la desaparición de unos 100,000 empleos en el país, donde las autoridades y empresarios indicaron este viernes a Efe que trabajan en un plan para reactivar la industria.
El sector de cruceros, hotelería y restaurantes ha sido de «los más afectados» a raíz del cierre de fronteras decretado por el Gobierno hondureño a mediados de marzo para contener la propagación de la COVID-19, que ha causado en el país 294 muertos y 7.669 contagios, dijo el viceministro de Turismo, Selvin Barralaga.
Enfatizó que el cierre obligatorio de establecimientos desde mediados de marzo, cuando el Gobierno declaró estado de emergencia por la pandemia luego de confirmar los primeros tres casos de coronavirus en el país, ha impactado «fuertemente» en la pérdida de empleos en la actividad turística.
El cierre de las fronteras marítimas de Honduras y las restricciones al movimiento de personas han suspendido la llegada de cruceros al Caribe del país centroamericano, que al año recibe alrededor de un millón de cruceristas, añadió.
Más del 90 % de las compañías de turismo en Honduras son micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes); el 87,8 % son de capital nacional y más del 50 % tienen hasta 10 empleados, según cifras de la Cámara Nacional de Turismo.
PANORAMA DIFÍCIL
El parón de la «industria sin chimenea», que en 2019 registró ingresos de 720 millones de dólares y este año reporta pérdidas por más de 26,000 millones de lempiras (1.048 millones de dólares), según cifras oficiales, ha dejado un panorama desolador en varias regiones de Honduras, con playas cerradas, aeropuertos sin vuelos y hoteles vacíos.
El presidente de la Asociación de Pequeños Hoteles de Honduras, Roberto Oseguera, indicó que la situación es grave si se considera que el turismo representa el 6,5 % del producto interno bruto del país, lo que supone unos 40,000 millones de lempiras (1,613 millones de dólares).
Aseguró que tanto el país como las empresas del sector están sufriendo «las consecuencias» del golpe al turismo, lo que conduce a una «difícil» situación para todos en Honduras, donde el 98 % de 960 pequeños hoteles permanecen cerrados y el restante 2 % está operando con una ocupación de entre el 5 y 10 %.
ALTO IMPACTO
El impacto de la crisis en la actividad turística, que genera empleo para más de 250,000 personas, «es sumamente alto, hemos cancelado reservas y eventos» en todos los niveles de la industria, subrayó Oseguera.
«Los hoteles también tenemos deudas que han sido readecuadas (…), y mientras no hagamos eso, aunque abramos operaciones, vamos a estar en problemas porque no esperamos una ocupación mayor al 15 %, cuando antes teníamos un 60 % o más, y los costos operativos siguen siendo los mismos», explicó.
El 2020 ha sido «un año perdido y de emergencia, en el que lo importante es mantener la vida y conservar algunos empleos», enfatizó Oseguera, quien cree que la industria comenzará a recuperarse hasta mediados de 2021.
El sector turístico de Honduras ha perdido hasta la fecha alrededor de 100,000 empleos y otro alto número de trabajadores están suspendidos temporalmente por el coronavirus, según cifras oficiales.
PLAN DE REACTIVACIÓN
El Gobierno de Honduras y la Cámara Nacional de Turismo están preparando un plan para reanudar la actividad y acoger el turismo nacional.
Barralaga y Oseguera coincidieron en que el país necesita que los visitantes extranjeros regresen pronto para devolver el pulso al sector, pero creen que primero hay que empezar la recuperación con el turismo nacional.
El plan de reactivación del turismo, del que las autoridades no han ofrecido detalles, pretende hacer «alianzas» en la región para fortalecer la industria y evitar más pérdida de empleos, señaló el viceministro de Turismo.
Las autoridades esperan que a finales de junio algunos hoteles comiencen a operar de nuevo, mientras que restaurantes y cafeterías abrieron en mayo con pedidos por ventanilla y entregas a domicilio.
El país inició el lunes una reactivación económica gradual, que no incluye todavía hoteles, bares y zoológicos, ni el transporte público, entre dudas de médicos que creen que el proceso podría aumentar los contagios con COVID-19.
También, Barralaga y Oseguera destacaron la necesidad de apostar por el turismo interno de Honduras, un país que tiene «mucha diversidad» turística y cultural y que durante la Semana Santa dejó de percibir unos 7.000 millones de lempiras (282,4 millones de dólares).
Honduras ofrece al turista sol y playa, sitios arqueológicos, ríos, parques ecológicos y de aventura, buceo en el Caribe, culturas vivas, castillos y ciudades coloniales, y tiene uno de los 25 sitios con las mejores playas del mundo, Roatán.
El país cuenta además con 91 áreas protegidas y parques nacionales que representan el 27 % del territorio nacional, 700 especies de aves y arrecifes de coral en el Caribe.