Por: Otto Martín Wolf
Creo que la mayoría de la gente, en algún momento, se habrá hecho esta pregunta, cual es el propósito de la vida?
¿Para qué estamos aquí?
Existen muchas posibles respuestas, tantas como personas hay o hayan existido, pero sólo una que pueda contestar esa difícil pregunta y que sea buena para todos.
Una sola respuesta válida para toda la humanidad?
Así es. Estamos aquí para reproducirnos; ese es el único propósito común para los seres humanos y, también para todas las especies, animales y vegetales.
Reproducirnos y conservar la especie.
Existen árboles cuyas semillas son lanzadas al suelo las cuales tienen la capacidad de enterrarse. Cuando lo han hecho, el mismo árbol suelta una resina altamente inflamable, que se enciende sola cuando la temperatura ambiente llega a tantos grados, quemando toda la maleza de los alrededores, para despejar el paso a sus semillas y que éstas puedan crecer sin obstáculos.
A veces, en el incendio que provoca, el mismo árbol muere.
Es decir, está dispuesto a sacrificar la vida para que sus hijos crezcan sanos y fuertes, para preservar la especie, tal y como estamos dispuestos a hacerlos los humanos.
Conservar la especie, ese es el único propósito común de la existencia de todos.
Por esa razón el sexo es tan atractivo –y casi obligatorio- para todas las especies.
Habrá quienes digan que la vida tiene un plan divino y que al final de la misma nos iremos a cierto lugar si fuimos buenos y a otro si fuimos malos. Inclusive se ha inventado un sitio intermedio donde van a parar los que no están de un lado ni del otro.
Respeto lo que cada uno pueda creer.
Pero, apartando la magia, la superstición y todas las razones místicas imposibles de comprobar:
Cuál es, además de preservar la especie, el plan de la vida?
No lo hay, no hay un propósito colectivo. No existe una razón única para nuestra existencia.
La verdad es que estamos aquí para reproduciros y… pasarla bien.
Qué es pasarla bien?
El científico matemático encuentra un propósito a su vida al resolver complicadas ecuaciones.
Pintores, escritores y poetas sienten que la misión de su vida es expresar sus pensamientos y creatividad en obras de arte.
Hay otros que se realizan sirviendo a quienes ellos consideran dios y otros lo hacen ayudando al prójimo en diferentes actividades de voluntariado.
También los hay que disfrutan bebiendo, emborrachándose hasta morir. Para éstos morir es la razón de vivir.
Hay algunos que piensan que el sentido de su vida es acumular riqueza, otros prefieren viajar, así como los hay quienes detestan el trabajo y el estudio y se sienten realizados no haciendo ninguna de las dos cosas.
Correr en motocicleta a velocidades extremas, escalar montañas escarpadas, explorar selvas llenas de peligro, subir al espacio en un globo y lanzarse de enormes alturas colgando de un paracaídas o, como han hecho algunos, sin paracaídas para recibirlo de un compañero a media caída, cruzar las torres de dos edificios haciendo equilibrio en una cuerda; para muchos temerarios retar a la muerte y sobrevivir es el propósito de la vida.
Pero, en general todos ellos, y el resto que no he mencionado, lo que finalmente buscan haciendo lo que hacen es… pasarla bien.
Esos son las dos razones para las cuales estamos aquí:
Reproducirse para conservar la especie y pasarla bien.
Nada más.
