Washington – Estados Unidos amplió hoy su programa para refugiados menores de Centroamérica con el fin de que los niños puedan trasladarse al país acompañados de otros familiares que los cuiden, y anunció que Costa Rica permitirá a los solicitantes más «vulnerables» esperar allí mientras se tramita su petición.
Los cambios buscan mejorar la eficacia del programa, anunciado en 2014 y que hasta ahora solo ha permitido la llegada al país de 267 de los 9.500 niños y adolescentes de El Salvador, Guatemala y Honduras que han solicitado asilo en Estados Unidos.
«Nuestros esfuerzos hasta la fecha han sido insuficientes para afrontar el número de personas que puedan tener argumentos legítimos para justificar su asilo, y las vías para que la gente presente esos argumentos también han sido insuficientes», admitió la asesora adjunta de la Casa Blanca para Seguridad Nacional, Amy Pope, en una conferencia de prensa telefónica.
Hasta ahora, un padre o madre que estuviera presente de forma legal en Estados Unidos solo podía hacer uso del programa de Menores Centroamericanos (CAM, por su sigla en inglés) con el fin de solicitar que sus hijos residentes en alguno de los países del triángulo norte pudieran viajar a este país como refugiados.
Bajo la ampliación del programa, hay tres nuevas categorías de posibles beneficiarios del asilo, siempre que estén acompañados por un niño menor de 21 años que no esté casado, y que viajaría junto a ellos a Estados Unidos como refugiado.
En primer lugar, se podrá solicitar que viajen junto a ese niño sus hermanos mayores de 21 años cuyo padre o madre se encuentre legalmente en Estados Unidos, según un comunicado oficial.
También podrá hacerlo uno de los padres del niño que viva con él en el país de origen, siempre que el otro progenitor esté legalmente en territorio estadounidense y solicite el asilo de ambos.
La tercera categoría incluye a posibles «cuidadores» del niño en cuestión «que también estén relacionados» por lazos familiares con el padre o madre residente en EE.UU., y que pueden incluir a «tíos o abuelos» del menor, entre otros, según explicó a los periodistas el subsecretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas.
Los cambios comenzarán a implementarse «en los próximos meses», según Mayorkas, y buscan favorecer la unificación familiar y evitar que los menores emprendan el peligroso viaje a Estados Unidos.
Entre los 267 menores que han llegado hasta ahora al país bajo este programa, unos 200 son salvadoreños, según los datos oficiales; y el Departamento de Seguridad Nacional ha aprobado ya el asilo para 2.884 niños y adolescentes centroamericanos, por lo que se espera que muchos más se trasladen aquí en los próximos meses.
El programa CAM es gratuito, aunque los solicitantes deben pagar una prueba de ADN para comprobar la paternidad del menor, que después es entrevistado en su país de origen y, en caso de que se le conceda el asilo, debe pasar por chequeos médicos y de seguridad.
Si obtiene el estatus de refugiado, el niño tiene el derecho a un estatus de residencia permanente legal y, después de cinco años, normalmente puede solicitar la ciudadanía estadounidense.
El programa se ajusta a la definición de refugiado bajo la ley estadounidense, por la que los beneficiarios deben «demostrar que se les ha perseguido o temen que se les persiga debido a su raza, religión, nacionalidad, opinión política o condición de miembro de un grupo social particular», según un documento de la iniciativa.
Por tanto, no hay garantías de que se conceda refugio a todos los niños que huyen de los altos índices de violencia en la región o de su falta de oportunidades de desarrollo económico.
El Gobierno también anunció hoy un nuevo programa en los tres países para «permitir que los residentes vulnerables de la región sean considerados para su protección como refugiados en EE.UU. tras ser entrevistados por agentes del Departamento de Seguridad Nacional en sus países de origen», indicó esa agencia en un comunicado.
Ese programa tiene como objetivo «identificar» a residentes de la región que puedan tener «argumentos creíbles» para convertirse en refugiados y «derivarlos» al mecanismo establecido para tramitar las peticiones de asilo, según indicó Pope.
Por otro lado, Costa Rica anunció hoy que ha alcanzado un acuerdo con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional de Migración (OIM) para proporcionar refugio temporal a algunos de los menores guatemaltecos, salvadoreños y hondureños que hayan solicitado asilo en EE.UU.
Costa Rica se compromete a acoger en su territorio a un máximo de 200 solicitantes de asilo cada seis meses mientras se tramitan sus peticiones de refugio en EEUU, en los casos de menores que necesiten protección inmediata, según fuentes del Departamento de Estado.
«La iniciativa de Costa Rica está dirigida a aquellos que son tan vulnerables que no hay opciones de que permanezcan en sus países mientras se procesa su petición», apuntó Pope, quien agradeció al Gobierno costarricense por esa medida «extraordinariamente importante» para el éxito del programa estadounidense.