Tegucigalpa – El coronel retirado de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), Óscar Colindres Corrales, líder de los aviones Corsarios que combatieron en la guerra de 1969 contra El Salvador, falleció hoy, informaron familiares.
El mayor Colindres combatió en la guerra del 69 junto a otros reconocidos pilotos de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), que defendieron la patria de la agresión de los militares del vecino país, como el coronel Fernando Soto y Walter López Reyes, entre otros.
El 14 de julio de 1969, fecha en que las tropas salvadoreñas ingresaron al territorio nacional, el subjefe de operaciones de la FAH era el coronel Óscar Colindres Corrales, quien en vida añoraba que la institución repotenciara con personal capacitado que fue una pieza clave en la victoria obtenida en esa guerra.
Su formación como piloto comenzó en 1 de enero de 1957, y de 60 aspirantes solo lograron graduarse dos: él y el coronel Fernando Soto Henríquez, quien fue el que derribó los tres aviones enemigos, el 17 de julio de 1969, a bordo del Corsario, matrícula 609, que todavía es preservado por el Museo de Aire.
En el periodo de 1955-1956, el estado Hondureño tomó la decisión de aumentar la flotilla de aviones de combate, eligiéndose el Vought F4U-5 Corsario, después de un proceso de selección basándose en las ofertas de aviones a pistón disponibles en esa época.
Con este nuevo avión, se logra establecer de manera contundente la tarea de la superioridad aérea, la cual es parte medular de la doctrina de la FAH como fuerza de combate de vanguardia en la región centroamericana tal como quedó demostrado en el conflicto con El Salvador en el año 1969 (Guerra de las 100 Horas).
La épica jornada de 1969 consagra a los Corsarios junto con sus tripulantes como el arma de vanguardia del raquítico arsenal de Honduras en ese momento, en donde fueron utilizados en misiones de ataques a objetivos estratégicos, superioridad aérea, interdicción, y apoyo aéreo cercano.
Pilotos como Fernando Soto H., quien derribo un Cavalier F-51D Mustang y dos FG1D Corsario el 17 de julio de 1969 en su Corsario F4U-5N FAH-609, José Serra, Marco Tulio Rivera en su F4U-4 FAH-614, Carlos Aguirre, Francisco Zepeda, Walter López, Edgardo Acosta, Edgardo Mejía, Santiago Perdomo, y el hoy fallecido Óscar Colindres Corrales, cada uno de ellos cumpliendo su misión a cabalidad tal como lo habían practicado y realizando ataques exitosos con detalle en el territorio enemigo, en Cutuco, Acajutla, e Ilopango, así como el apoyo a la tropas hondureñas en todos los frentes de guerra, hostigando las posiciones de artillería, infantería, y las rutas de apoyo logístico del adversario.
Esa flotilla de aeronaves Corsario llegó a convertirse en un símbolo para las generaciones de hondureños que los vieron volar y que lo pilotearon en los años 50, 60, y los 70.
Su característico sonido y soberbia presencia los hacían inconfundibles en fechas especiales como los desfiles del 15 de Septiembre (Día de la Independencia) y 3 de Octubre (Día del Soldado), en las cuales era usual verlos volar en formaciones de 4, y en sus últimos años haciéndole escolta al B-26 Invader en pasadas a baja altura sobre la ciudad capital.
La flotilla original consistió en 10 Corsarios F4U-5 adquiridos en 1956, posteriormente entre 1958 y 1961 arribaron nueve más de la versión F4U-4, sumando un total de 19 aeronaves.
Volaron por más de veinte años para la FAH, siendo vendidos los sobrevivientes en 1979, ocho aviones en condiciones de vuelo y otros ocho llevados desarmados en contenedores.