Tegucigalpa – El vocero de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), Juan Jiménez Mayor, dijo que ese órgano de la Organización de Estados Americanos (OEA) no será ajeno a situaciones de corrupción y tampoco se centrarán en lamentar y condenar crímenes ocurridos en el país.
– “Si en la comisión de crímenes participan agentes estatales, la situación es crítica, es diabólica y tiene que detenerse de forma inmediata”, certificó.
– La MACCIH no será ajena a situaciones de corrupción, “no nos centraremos en lamentar y condenar crímenes, advirtió.
Las declaraciones de Jiménez Mayor se dieron durante la presentación del Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana contra la Corrupción (Mesicic), oficiado en Tegucigalpa, capital hondureña.
Abogó para que el proceso de depuración policial se lleve a cabo con responsabilidad y sabiduría. “Esperamos no se den situaciones lesivas al proceso, pero también queremos que sea un proceso sin impunidad. La MACCIH podrá cooperar en la medida de nuestro mandato para desmantelar redes de corrupción dentro de la policía”.
El funcionario reconoció que la MACCIH llegó en momentos difíciles a Honduras luego del asesinato de la dirigente indígena, Berta Cáceres, hecho que ha conmocionado a la comunidad nacional e internacional.
“Pero, al mismo tiempo del dolor y lo inexplicable de toda muerte violenta, su asesinato necesita ser esclarecido. No solo Honduras, el mundo necesita saber quién o quiénes mataron a Berta Cáceres”, declaró.
Sobre el referido crimen, mencionó que “si el caso tiene elementos de corrupción, podremos intervenir en estos aspectos”.
Reconoció también que llegan en medio de un hecho público de grandes connotaciones, como es la gravísima denuncia del prestigioso diario The York Times sobre los asesinatos de Julián Arístides Gonzales y Alfredo Landaverde, que involucra a altos cargos de la Policía.
En cuanto a la Misión de Apoyo anticorrupción, refirió que “nuestra labor no se centra en lamentar y condenar crímenes como los señalados inicialmente, pues venimos para trabajar con las autoridades en combatir la corrupción y la impunidad”.
Jiménez Mayor es del criterio que combatir la corrupción no es un trabajo fácil, “más aun cuando las estructuras delictivas operan también desde las instituciones públicas y cuando te pueden matar por enfrentarte a ellas”.
Reconoció que Honduras ya puso muchos muertos; “Las víctimas de la delincuencia común y las víctimas de la delincuencia organizada son demasiadas y si bien hay un descenso en las cifras que denota esfuerzos del gobierno, hay todavía mucho, muchísimo, por hacer”.
Participación de policías en
crímenes es algo diabólico
El vocero de la MACCIH, aseveró que “si en la comisión de crímenes participan agentes estatales, la situación es crítica, es diabólica y tiene que detenerse de forma inmediata”.
Abogó para que el proceso de depuración policial se lleve a cabo con responsabilidad y sabiduría. “Esperamos no se den situaciones lesivas al proceso, pero también queremos que sea un proceso sin impunidad. La MACCIH podrá cooperar en la medida de nuestro mandato para desmantelar redes de corrupción dentro de la policía”.
El personero de OEA hizo un llamado al Tribunal Superior de Cuentas (TSC) para que le dé prioridad a auditorías encaminadas sobre presunto enriquecimiento ilícito en el que habrían participado oficiales de la Policía.
“El mecanismo de verificar el enriquecimiento ilícito es una herramienta poderosa para combatir la corrupción y la MACCIH apoyará firmemente su aplicación”, dijo.
Explicó que la MACCIH no solo trabajará en la investigación de casos de redes de corrupción que ella misma defina con su equipo propio de jueces, fiscales y forenses internacionales, también se promoverán reformas en materia institucional y de mejores prácticas que generen mayores garantías para un funcionamiento del Estado, en prevención de los actos de corrupción.
Concluyó que “nosotros no somos los protagonistas. Los protagonistas son ustedes, los hondureños y hondureñas, los gobernantes y gobernados. Todos deben participar en una gran coalición contra la corrupción”.
