Miami, (EEUU).– El magnate neoyorquino Donald Trump venció en el segundo “supermartes” electoral en su imparable carrera por lograr la candidatura presidencial republicana al ganar las primarias de Michigan y Mississippi.
Por el lado demócrata, la ex Secretaria de Estado Hillary Clinton ganó las primarias del estado de Mississippi, pero perdió las de Michigan, que ganó de forma muy ajustada el senador Bernie Sanders, en una victoria moral, por 50.1 por ciento a 48.0 por ciento.
En las primarias republicanas en Idaho, con el recuento de apenas un 31 por ciento, el senador cubano-americano Ted Cruz, de Texas, daba la sorpresa al ir ganando por 39.5 por ciento a 31 por ciento a Trump.
Hasta este momento, Trump ha ganado sorpresivamente 14 primarias y “caucus”.
El populista Trump sigue avanzando a pesar de los esfuerzos desesperados del “establishment” del partido Republicano que no lo quiere como candidato presidencial por sus ideas extremistas y porque piensa que no tendría ninguna posibilidad frente a Clinton en las elecciones de noviembre.
Trump, según la cadena de televisión CNN, ha ganado hasta ahora 433 delegados, de los 1,237 necesarios para ser nominado candidato presidencial en la convención republicana del 18-21 de julio en Cleveland (Ohio).
Para asegurarse esa nominación, a Trump le basta con ganar un 54 por ciento de los delegados restantes, mientras que el senador Ted Cruz, su más inmediato rival, con 317 delegados, necesita ganar un 60 por ciento más de ellos.
El senador Marco Rubio (de Florida), otro senador cubano-americano, se encuentra solo con 154 delegados y necesita ganar un 69 por ciento más de los restantes, cosa casi imposible.
Rubio solo ha ganado las primarias de Minnesota y Puerto Rico.
El 15 de marzo se celebrará otro crucial “supermartes”, el tercero, en los estados de Carolina del Norte, Florida, Illinois, Missouri y Ohio.
Si Rubio no gana en su propio estado y si John Kasich no vence en el estado que es gobernador (Ohio), es posible que ambos tengan que retirarse de la contienda electoral para dejar esta en un mano a mano entre Trump y Cruz, dos ultra derechistas.
Hasta hace poco, Rubio era el candidato del ala tradicional del partido Republicano, una vez que, Jeb Bush (ex gobernador de Florida) se retirara debido a sus decepcionantes resultados en las primeras primarias republicanas.
Según las encuestas, Trump es favorito tanto en Florida como en Ohio, lo que conllevaría a tener una imparable delantera difícil ya para que Cruz lo supere, a pesar que este último podría heredar los simpatizantes de Rubio o de Kasich.
La estrategia de Cruz parece ser que se llegue a una convención abierta no amarrada previamente por el número superior de delegados de Trump.
En el lado demócrata, Clinton parece tenerlas más fácil, a pesar de la consistente oposición de Sanders, autoproclamado socialista y qué a pesar de su edad, 74 años, cuenta con el apoyo mayoritario de los jóvenes simpatizantes del partido.
Con su triunfo en Michigan, estado industrial del norte, Sanders ha demostrado que posiblemente Clinton sea una triunfadora “regional”, como lo ha sugerido el senador, tras las victorias de la ex Primera Dama en los estados del sureste, donde predomina la población de raza negra.
Por eso, las primarias el próximo martes en estados industriales del norte, como Ohio e Illinois serán vitales para que Clinton desmonte la teoría de Sanders.
Clinton dobla a Sanders en el número de delegados logrados hasta ahora, 1,213 a 541 del senador, de los 2,383 necesarios para ser nominado candidato a la presidencia por el partido demócrata en la convención nacional de Filadelfia, el 25-28 de julio.
Los analistas políticos estiman qué si Sanders todavía sigue en la contienda, sin posibilidad alguna de ganarla, es más que todo testimonial y para influir en el programa electoral de Clinton.