Chicago (EEUU) – La indocumentada mexicana María Guadalupe DeLara abandonó hoy el centro religioso de Chicago (EEUU) donde buscó santuario esta semana, tras recibir garantías de que no es buscada por Inmigración para ser deportada.
La inmigrante, madre de tres hijos estadounidenses, dejó la misión anglicana Fe, Vida y Esperanza del barrio La Villita al mediodía, después de que su abogado recibió un documento donde la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) señala que la inmigrante no corre peligro.
«Para nosotros es como una victoria, porque conseguimos convencer a las autoridades de que ella es una persona sin antecedentes que no representa ninguna amenaza», declaró a Efe el pastor José Landaverde, encargado de la misión.
DeLara buscó santuario el martes por la noche, después de que supuestos agentes de inmigración se presentaron en su casa por la mañana, a los que ella se negó a abrirles la puerta.
Landaverde dijo que la «reacción inmediata» de DeLara para buscar ayuda, y la «disponibilidad de la misión para correr un riesgo», permitieron «ganar tiempo y buscar una salida legal».
En una declaración, la oficina local de ICE negó cualquier contacto reciente con la inmigrante que ha vivido 23 años indocumentada en Estados Unidos.
Según ICE, sus agentes están enfocados en «acciones inteligentes y eficaces que priorizan las amenazas a la seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad fronteriza».
El abogado Juan Solís, que defiende a DeLara, afirmó a Efe que ICE «no quiere aceptar el abuso de haber aterrorizado a una persona que no forma parte del criterio anunciado para las últimas deportaciones», que serían indocumentados llegados después de 2014 o de origen centroamericano.
«Estamos hablando de una madre soltera, con hijos de 14, 18 y 22 años nacidos en este país y uno de ellos con problemas médicos, a la que nunca debieron haber molestado», agregó.
Landaverde, que desde 2013 ha ofrecido santuario en Chicago a cuatro personas buscadas para deportación, prevé un aumento de los pedidos de refugio por las redadas que realiza el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) en varios puntos del país.
«Será necesario encontrar más iglesias y pastores dispuestos a acompañar al pueblo en dificultades», expresó.
En su opinión, la campaña por la Presidencia de EE.UU. empeorará las cosas este año para los indocumentados, porque los políticos, «incluyendo los demócratas», apoyarían las deportaciones como forma de «complacer a los votantes conservadores».