COVID golpea comercio exterior con caída de $ 485 millones

Tegucigalpa – El confinamiento de las personas y las empresas por varios meses a causa de la pandemia del COVID-19 ha generado un impacto tal que el comercio exterior de Honduras tuvo un choque que lo contrajo en casi 485 millones de dólares, al reducir la oferta y la demanda de bienes y servicios.

De acuerdo con el Banco Central de Honduras (BCH, emisor), el sector de importaciones ha tenido una caída de 12.8 por ciento, impulsada por una reducción de las compras de bienes de capital de parte de la industria, materias primas, combustibles y bienes semidurareros, que son especialmente los de consumo.

La menor importación de bienes de capital por parte de la industria refleja la menor actividad productiva, en línea con el confinamiento decretado por el gobierno para contener la propagación de la pandemia del COVID-19 desde mediados de marzo.

Incluso la tímida apertura económica a la fase 1 fue anuladapara la región 3, que incluye San Pedro Sula y el Valle de Sula, Tegucigalpa y La Ceiba, el motor de la economía hondureña. Tras una semana de actividad en la fase 1, el gobierno volvió a la fase 0 debido a la expansión de los casos de COVID-19 en las principales ciudades del país.

De acuerdo con el BCH, la “propagación de la pandemia del COVID-19 ha afectado la salud humana y la actividad económica en Honduras y el resto del mundo, generando a su vez choques importantes por el lado de la demanda y la oferta”.

Según la institución bancaria el déficit comercial registrado de enero a abril del presente año fue de 1,309.4, menor en 484.9 millones de dólares respecto al mismo periodo del 2019 cuando se reportó un intercambio negativo en el comercio exterior de 1,794.4 millones de dólares.

El informe del BCH recoge que Honduras exportó 1,573.8 millones de dólares, lo que representó un alza de 63.5 millones de dólares en comparación al mismo lapso del año pasado. Esta alza estuvo motivada por las mejoras en los precios de las ventas de café, banano y oro, además de un mayor volumen de exportaciones de azúcar.

En cuanto a las importaciones, las mismas registraron 2,883.2 millones de dólares en los primeros cuatro meses, que representan una caída de 12.8 por ciento, ya que el año pasado en el primer cuatrimestre se adquirió del exterior 3,304.7 millones de dólares.

Lo anterior fue provocado por la menor demanda de bienes importados, en especial de capital para la industria y combustibles.

El confinamiento de la población ha provocado que las personas no se movilicen diariamente, ya que están autorizadas únicamente a salir cada 15 días para abastecerse y realizar trámites bancarios, lo que llevó a la parálisis de las empresas. Con ello el gobierno pretende paralizar la propagación del virus que provoca la COVID-19.

Combustibles

El Banco Central destaca que el rubro de combustibles, lubricantes y energía eléctrica totalizó importaciones de 401.1 millones de dólares, una caída de 119.3 millones de dólares en relación con el mismo periodo del año pasado y que es de 22.9 por ciento menor en el valor importado.

El documento señaló que la contracción de la economía ante la crisis provocada por la COVID-19 ha provocado una menor demanda, así como el desplome de los precios del petróleo por los problemas de almacenamiento y la caída de la demanda a nivel global.

Solamente tuvo alza las importaciones de energía eléctrica que tuvo un crecimiento de 3.7 millones de dólares.

Socios

Estados Unidos continúa siendo el principal socio comercial de Honduras al acumular el 38.2 por ciento de las exportaciones y el 34.8 de las importaciones de materias e insumos, mientras Centroamérica sigue siendo el segundo, según el BCH.

Mientras con Europa, Honduras registró un superávit comercial de 254.5 millones de dólares en los primeros cuatro meses, un monto que supera en 94.5 millones los resultados logrados el año pasado en el mismo lapso, impulsado especialmente por las mayores exportaciones de café a Alemania, aceite de palma a Italia y más ventas de azúcar al Reino Unido.

Empleos

Buena parte de la caída del comercio exterior se ha traducido en menor actividad productiva, con lo cual se han perdido miles de puestos de trabajo, especialmente en el sector de la micro, pequeña y mediana empresa (Mipyme).

Datos de la Secretaría del Trabajo señalan que más de 400 mil personas han sido suspendidas o canceladas en sus puestos de trabajo.

De hecho, el periodo de cuatro meses que la legislación establece para las suspensiones de trabajadores está a punto de vencer y el gobierno todavía no autoriza la reapertura económica global, lo que provoca una presión adicional a las empresas, ya que de acuerdo con la legislación les toca llamar de nuevo a labores o despedirlos a los empleados que se encuentran en condición de suspendidos.

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