Tegucigalpa – Un total de 3 mil 469 hondureños están privados de su libertad en cárceles de diferentes países del mundo, de acuerdo a datos oficiales proporcionados por el gobierno de Honduras.
La mayoría de estos hondureños guardan prisión en centros penales de Estados Unidos, México y Nicaragua, se estableció.
La cifra actualizada sobre los hondureños privados de su libertad es refrendada por la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Honduras a través del Observatorio Consular y Migratorio (Conmigho) en cuyo portal web su actualización data hasta este mayo.
El informe de Conmigho detalla que la mayoría de los hondureños presos en el extranjero se concentran en EEUU, México y Nicaragua.
En ese orden, la dependencia de la Cancillería precisa en la unión americana se encuentra 2 mil 468 hondureños privados de libertad, mientras que en la nación azteca suman 539 y Nicaragua resguarda a 103 catrachos.
No obstante, otros países como Belice, República Dominicana, Colombia y hasta la República de Corea también aglutinan privados de libertad a hondureños, añaden el informe presentado a través de un cuadro estadístico.
Estados Unidos y México son países de destino de migrantes hondureños, el primero es la ruta más apetecida y el país azteca es un cruce obligado de los emigrantes sin documentos que buscan llegar a la unión americana, pero, muchos de ellos, terminan quedándose en el camino debido a las cada vez más difíciles circunstancias de la travesía.
En tanto, la vecina Nicaragua, comparte una amplia frontera con Honduras, es una nación que ofrece un clima de seguridad pero a la vez, es ruta constante de traficantes de droga, armas, personas y otras formas de crimen organizado, lo que le hace un lugar donde muchos son los centroamericanos que terminan en manos de las autoridades.
La mayoría son hombres
Aunque Conmigho no ofrece un dato sobre el género de los reclusos, una fuente oficial dijo que la mayoría son hombres y un pequeño porcentaje son mujeres.
La privación de libertad es otro aspecto de la migración que tiene sus génesis en la misma condición de indocumentado y en felonías, generalmente, en grados menores, pero también las hay vinculadas a abusos de tránsito, desde infracciones mínimas hasta algunas temerarias, y en menor escala, a delitos como narcotráfico, asaltos y asesinatos.
Estudios oficiales como independientes indican que la emigración en Honduras está marcada por detonantes económicas, violencia y reunificación familiar.
Los hondureños privados de libertad en el exterior deberán purgar su condena según lo establezcan las leyes de cada país, pero en cada caso, las autoridades consulares mantienen delegados que se encargan de brindar apoyo en el marco de lo establecido en las normas vigentes.
Honduras solo puede solicitar la extradición de un connacional si este es acusado de un delito en territorio nacional y siempre y cuando exista tratado extradición con el país en que se encuentre encarcelado.