La clave del desarrollo humano en Corea del Sur

Por: Ernesto Gálvez Mejía

Tegucigalpa.- En una interesante conferencia dictada por el Dr. Jin Kwang, profesor de la Universidad de Gachon y presidente del Centro Coreano de Saemaul Undong SMU, realizada en Tegucigalpa en la semana anterior sobre el Movimiento Nueva Comunidad, ha generado por este “tigre asiático” que, allá por los años 40, 50 y 60 era un país muy pobre, dominado por el imperio japonés y profundamente dañado por la Segunda Guerra Mundial y que representó su liberación  nacional y su ruptura con Corea del Norte, ha dejado una gran motivación e interés en un grupo de funcionarios y técnicos de distintas instituciones del Estado hondureño.


El Saemaul Undong SMU, o Movimiento “Nueva Comunidad”, es el componente esencial del modelo coreano de desarrollo 
desde los años sesentasdel siglo recién pasado, cuando su ingreso per cápita era de apenas 154 dólares pasando a más de 30 mil dólares en el presente y convirtiéndose en una de las primeras potencias tecnológicas mundiales. El SMU es una estrategia de desarrollo local y regional que fue reduciendo progresivamente las brechas entre lo urbano y lo rural, pero que empezó desde el nivel de aldea, a donde llegaba el apoyo gubernamental para apoyar la AUTOAYUDA, mediante la dotación de materiales de construcción y otros, hacia una organización de voluntariado local, cuya directivas eran seleccionadas en elección democrática, procediendo a tomar sus propias decisiones en los procesos de priorización de problemas y sus respectivas alternativas de solución a partir de la ayuda gubernamental del 30%; el aporte local no sólo de mano de obra, sino también de otras contribuciones.

El Dr. Jin Kwang comentaba que muchas veces donaban sus joyas para completar de la mejor manera sus proyectos comunitarios porque, una buena evaluación de la obra realizada, les posicionaba mejor para próximos apoyos.

El SMU es un modelo de vida hecho por los ciudadanos, para los ciudadanos y de los ciudadanos. El movimiento Nueva comunidad puede ser definido como un enfoque al desarrollo comunitario para lograr una vida mejor, generado con la participación activa de los participantes. Ya en 1970, el modelo se había extendido en toda Corea. Se basa en una estrategia de asociación público privada. Es un sistema de gestión del cambio para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos, sin exclusión.

El Saemaul Undong es la fuerza motriz de la innovación en agricultura, manufacturera, servicios y todos los demás sectores de la sociedad Coreana que instala la responsabilidad en la mente de cada uno de los actores. Se trata de un estilo de vida, aplicando los valores básicos de una sociedad libre, democrática, transparente, eficiente, de trabajo duro como fuente de riqueza y distribución de la misma. Los que no son diligentes ni transparentes no pueden asumir responsabilidades sociales; una persona que no es cooperativa no puede dirigir una comunidad ni un grupo.

El paradigma actual del desarrollo comunitario se concreta en tres criterios: estableciendo el sistema de gobernanza democrática; responsabilidad, transparente y eficiente y, por supuesto, acumulando capital social del proceso; es decir, rescatando y practicando aprendizajes, valores y manteniendo correctamente los bienes y servicios generados. La capacidad de gestionar la relación social puede incluso actuar como sustituto de la riqueza material o capital físico o, al menos, puede ser complementaria.

Esta capacidad de manejar la relación social se llama capital social y se reconoce y se mide con respecto al uso de la riqueza material o del capital físico. Mientras tanto, las expresiones básicas que se reconocen como capital social son: confianza, participación, establecer redes y tener instituciones con capacidad de operar normativas sociales; pero, en lo relativo a la utilidad o funciones del capital social, es la construcción de una base y metas comunes, el mantenimiento y cuidado de los ciudadanos o residentes en crear bienes e intereses comunes.

El SMU tiene especial atención en el criterio de la sostenibilidad económica, social, ambiental y cultural en sus ámbitos territoriales correspondientes, sustentada en la estructuración de sistemas comuntarios confiables y auditados por ellos mismos.

Resulta difícil sintetizar todo el marco conceptual y operativo que el conferenciante dio al grupo de especialistas que le escuchaba atentamente; pero como sociólogo, puedo resaltar tres detalles que muestran la profundidad del modelo al que nos estamos refiriendo: 1. La relevancia que se le otorga a la economía y la producción de riqueza.

2. La cultura de mantener limpio completamente el entorno vital de la comunidad, característica que revela la importancia que se le otorga a este principio básico de la salud pública y, 3. El compartir el conocimiento y la información para una vida mejor, aspecto este que ha convertido a Corea como uno de los países de mayor desarrollo de la tecnología y la investigación científica del mundo.

Finalmente, como hondureño, no sólo me alegra, sino que me conmueve este tipo de influencia para un país como el nuestro que, conociéndolo como es, necesita apropiarse de métodos, enfoques, prácticas positivas que, con la debida contextualización sociocultural, puedan hacer incidencia local, ahora que en la presente coyuntura, Corea suena como uno de los países de creciente influencia, si consideramos las visitas que, desde el propio presidente de Honduras ha hecho a ese país modelo y la amplia recepción y programas de apoyo que ha tenido nuestro país, entre lo que se puede relevar el estudio de factibilidad de la primera Zona de Empleo y Desarrollo Económico y Social ZEDE en tres municipios del Golfo de Fonseca, así como el programa de becas de KOICA, las misiones comerciales de ambas naciones, etc.

Realmente podemos esperar mejores tiempos y beneficios de esta exitosa relación entre Honduras y la República de Corea del Sur. Entendemos que también se ha establecido un Plan de Acción a través de IDECOAS, que permitirá que este movimiento internacional Saemaul Undong pueda echar raíces aquí, a través de un proyecto piloto. Buena suerte. Tegucigalpa, Honduras. Junio 25, 2017.

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