Tegucigalpa – La pandemia del coronavirus azota con fuerza al personal médico y sanitario en el triángulo norte de América Central, en especial en Honduras, donde el personal médico fallecido llega a los 41 galenos, en Guatemala 35 y en El Salvador 26, según datos preliminares.
En las redes sociales y las páginas institucionales de los Colegios Médicos de Honduras, Guatemala y El Salvador, cuelgan las notas luctuosas sobre los médicos caídos en la batalla contra el coronavirus. La página del Colegio Médico de Honduras es la que tiene más destacada los acuerdos de duelo por sus agremiados, en la del Colegio Médico de Guatemala hay que buscar con más detalle, pero se encuentra la información, pero en la del Colegio Médico de El Salvador la consignación de los médicos fallecidos no se encuentra, solo aparecen algunas notas en las que se cuestionan algunas funciones anunciadas por el gobierno y otras de respaldos al trabajo médico en la Salud.
En los primeros cinco meses del confinamiento social que viven los países de la región centroamericana, entre ellos los que conforman el Triángulo Norte de América Central, el personal sanitario (médicos, enfermeras/os, auxiliares, técnicos de laboratorio, microbiólogos, entre otros) ha sido el más golpeado por la presencia del COVID-19 al estar en primera fila atendiendo las emergencias sanitarias.
Antes de finalizar el mes de agosto, Guatemala reportaba más de 67 mil contagios de coronavirus y un poco más de dos mil 600 muertes, mientras El Salvador tenía más de 24 mil contagios y 661 muertes. En Honduras, los casos positivos del virus al 24 de agosto suman más de 55 mil casos y 1 mil 683 muertes, el segundo país después de Guatemala con el mayor número de casos y decesos.
Las muertes médicas en el Triángulo Norte
En el caso del personal médico que ha fallecido a causa de la pandemia, Guatemala en su último registro del mes de julio contabilizaba un total de 35 galenos, mientras que El Salvador registra 26, siempre en el mes de julio. Honduras, según los reportes médicos y de los medios de prensa, los decesos llegan a 41.
Los subregistros sobre el número de afectados en el personal sanitario en los países del triángulo norte es uno de los problemas que enfrentan los organismos, ante las limitaciones en materia de acceso a información pública. Las muertes del personal sanitario saltan a cuenta gotas y más por la labor informativa de los medios de prensa y los propios galenos que se solidarizan con sus colegas en sus redes sociales o en declaraciones a la prensa, pero del lado del sector Salud, ninguna de las tres dependencias oficiales de los países del Triángulo Norte proporciona una información desagregada al respecto.
Un informe de Amnistía Internacional, señala al respecto, que la “falta de información completa hace difícil establecer conclusiones definitivas, por ahora, pero los datos disponibles de algunos países generan la preocupación de que proteger la salud del personal sanitario y los trabajadores y trabajadoras esenciales no ha sido siempre una prioridad para los gobiernos y las entidades empleadoras”, cita el documento.
El mismo, es recogido en un informe especial elaborado por el Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD), en el cual se hace una especie de auditoría social al contexto en el cual se desenvuelve el personal sanitario en la pandemia. Otro sobre auditoría social relacionado siempre con el personal fue elaborado también por Transformemos Honduras, una filial de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ).
La ASJ, Cespad, el Consejo Nacional Anticorrupción y el Centro de Promoción e Investigación de los Derechos Humanos en Honduras (Ciprodeh) se han convertido en las instancias de sociedad civil que están abordando el tema de la pandemia desde un enfoque que se adentra a los desafíos que enfrenta el personal que se encuentra en la primera línea de batalla.
A las muertes de los médicos, se suman la de los otros integrantes de la cadena del personal sanitario, y en el caso de Honduras donde los datos recolectados por los medios son los más visibles, en los cinco meses de confinamiento, se estima que, entre médicos y personal sanitario, los fallecimientos por COVID-19 pasan de 50 hasta ahora.
Insumo y aspectos laborales
En tanto, el personal sanitario en total contagiado por la pandemia, pasa de los 3,200 afectados, según los registros de prensa, de las organizaciones gremiales de salud y los que recoge en su informe CESPAD, último que indica que las tendencias de contagio del personal de salud han ido en correspondencia a las tendencias de contagio en el país.
Médicos, enfermeras/os, psicólogos, técnicos de rayos X, microbiólogos, odontólogos, anestesistas, médicos en servicio social, entre otros, son parte de la primera fila frente a la pandemia que ha sido contagiada por el coronavirus en el área de la Salud.
Estos efectos directos de la pandemia en el área de la Salud, ha llevado a los médicos de El Salvador, Guatemala y Honduras a protestar en demanda de equipo biomédico adecuado para enfrentar la pandemia.
El mes de julio de 2020 las protestas médicas y del personal de salud caracterizaron a los países del Triángulo Norte. En El Salvador , las protestas las encabezaron los médicos del Seguro Social al pedir al gobierno ser provistos de equipo de protección, al registrarse los primeros decesos de sus colegas, y denunciar que en muchas ocasiones ellos han tenido que costearse el equipo para trabajar y asegurar sus vidas ante la volatilidad de la pandemia.
Sus demandas de protesta también iban dirigidas a la dotación de más personal médico y de otros en diversas áreas de la salud, al indicar que al menos 40 personas ligadas al personal sanitario—no médicos—habrían fallecido por el coronavirus en el ejercicio de sus labores.
En Guatemala , en julio el personal médico protestó no solo por la falta de equipos de bioseguridad, también por la falta de pruebas para el personal sanitario, demandó un plan de protección para las familias de los médicos caídos en batalla e hizo un fuerte cuestionamiento al gobierno y al propio Colegio Médico por la indiferencia ante el azote de la pandemia al personal sanitario.
Varías organizaciones de sociedad civil, manifiestan en la Plaza de la Constitución, exigen la renuncia del presidente y solicitan cuenta de donde está el dinero y apoyo a los médicos. pic.twitter.com/Oe48pHh139
— Alex Cruz (@ACruz_elP) August 22, 2020
Falta de equipo de protección, pago de salarios y de contratos fueron las otras aristas que generaron el reclamo público de los médicos al gobierno, además de escasez de medicamentos y mala alimentación a los pacientes, denunciaron los galenos.
Alto Comisionado registra 29 protestas médicas
En Honduras , las protestas médicas también afloraron en julio, primero en San Pedro Sula, en la zona norte del país, donde se encuentra el epicentro de la pandemia, luego en Tegucigalpa, la capital, el segundo foco de mayor contagio. Los médicos protestaron por falta de insumos y equipo de protección, entre otros aspectos como salarios atrasados, contratación de personal, medicamentos. Citando un reporte del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU, se registran al menos desde el inicio de la pandemia al menos 29 protestas del personal de salud, en su mayoría lideradas por dirigentes del Colegio Médico, muy activo en esta pandemia.
Las denuncias de los galenos señalan que muchos han tenido que comprar de sus bolsillos el equipo de bioseguridad para protegerse.
Y este aspecto lo recoge en su trabajo el CESPAD. En su trabajo señala que las estimaciones de Salud para dotar al personal sanitario de este equipo son irreales, pues el estimado de un kit de protección por día para el personal sanitario que incluye guantes (estériles y no estériles), batas, anteojos, mascarillas (quirúrgicas y N95), cobertores de zapatos, gorros y delantales, tiene un costo aproximado de 1,200 a 1,800 lempiras, pero en el caso del personal que trabaja en la Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), se requiere más de un kit por día. Estas acciones llevaron al gobierno por medio de la Secretaría de Salud a ajustar un poco el presupuesto para hacerlo más realista.
No obstante, citando datos del trabajo de auditoría de Transformemos Honduras, filial de la ASJ, el reporte de CESPAD indica que más de la mitad de médicos y enfermeras tuvo que adquirir insumos sanitarios por su cuenta. Los médicos indican que gastan un promedio de unos dos mil lempiras de sus recursos propios para abastecerse de equipos de protección personal.
Si bien la secretaría de Salud ha tratado de dar respuestas a las demandas de equipo de bioseguridad a los médicos, los corona abusos de la corrupción han afectado que la dotación sea efectiva y segura, pues reportes del CNA indicaron que millonarias compras de mascarillas para la emergencia hechas por Invest-H, eran, en su mayoría, no aptas para el personal médico y aun así las pagaron y distribuyeron.
La pandemia del coronavirus que se expande vertiginosamente por los países del Triángulo Norte, suma al dolor de las víctimas del contagio, el sufrimiento que también está viviendo el personal sanitario al ver como caen entre los fallecidos, los responsables de atender las emergencias sanitarias por el virus: médicos, enfermeras/os y otros integrantes de la cadena sanitaria de la primera fila de contención.