Asunción – Los familiares de los colonos menonitas Franz Hiebert, de 32 años, y Bernard Blatz, de 22, supuestamente en poder de la guerrilla Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), pidieron hoy una prueba de vida a los secuestradores y expresaron su deseo de que ambos se reúnan con sus familias esta Navidad.
Si bien ese grupo armado no ha reivindicado esos secuestros, el hecho de que se produjeran en una zona de influencia del EPP, hace varios meses, induce a pensar a las fuerzas de seguridad que podrían estar en manos de la guerrilla.
En ese sentido, Peter Blatz, padre de Bernard Blatz, leyó un comunicado en la colonia de Río Verde, en el norteño departamento de San Pedro, en el que solicitó a los secuestradores dos datos que puedan certificar que los cautivos están vivos.
Blatz preguntó a los secuestradores en qué lado de su brazo tiene su hijo un «platino» producto una de intervención, así como cual el último repuesto mecánico que falta por ser colocado a la camioneta de Franz Hiebert.
El portavoz, que estaba acompañado de familiares de los secuestrados, instó a las fuerzas de seguridad a abandonar la zona debido a que «la siembra está lista», lo que algunos medios locales interpretaron como un mensaje a los secuestradores de que está todo dispuesto para un canje económico que desemboque en la liberación de los dos menonitas.
«Estamos muy preocupados por sus vidas y queremos que vuelvan muy pronto para pasar la Navidad en familia», dijo el portavoz a los periodistas en una comparecencia transmitida por algunos medios.
Hiebert, de origen mexicano, desapareció a finales de agosto cuando estaba trabajando con un tractor en la finca San Eduardo, también en el departamento de San Pedro, cuando seis desconocidos, vestidos con ropas camufladas, irrumpieron en la plantación y quemaron el vehículo.
Blatz desapareció a comienzos de octubre después de que tres desconocidos dispararan con fusiles a la camioneta en la que viajaba y se lo llevarán supuestamente frente a su padre, en el mismo departamento.
Las autoridades consideran a esos menonitas «desaparecidos por privación ilegítima de libertad», ya que para que se califique un caso como secuestro es necesario que exista alguna reivindicación, una petición de rescate o extorsión.
El EPP ya reivindicó los secuestros del menonita Abraham Fehr, que está en cautividad desde hace dos años, y el del suboficial de la Policía Edelio Morínigo, secuestrado desde hace tres años por el grupo armado.
Además de ellos, en el norte de Paraguay se encuentra secuestrado el ganadero Félix Urbieta, se cree que por parte un grupo escindido del EPP.