Tegucigalpa – Con el propósito de presentar los avances del proyecto “Corredor Biológico La Unión para Uso Sostenible y Conservación de la Biodiversidad”, representantes de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica) y la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MiAmbiente), participaron en la sexta reunión del Comité de Coordinación Conjunta (CCC).
Desde el 2015, Jica con su contraparte a nivel central de la Dirección General de Biodiversidad (DiBio) de MiAmbiente, con apoyo también del Instituto de Conservación Forestal (ICF), ejecutan el proyecto Corredor Biológico de La Unión, el que tiene una duración de cinco años.
Las contrapartes hondureñas y los representantes de la Jica discutieron una serie de temas de interés e intercambiaron varios puntos de vista, durante el desarrollo de la sexta reunión del CCC.
Cabe destacar que entre los principales puntos que se trataron durante la reunión del CCC figuran los logros del propósito del proyecto, basados en el “Reglamento de Corredores Biológicos en Honduras”, se fortalece un marco general institucional para el manejo de los corredores biológicos de Honduras, utilizando el Corredor Biológico La Unión como proyecto piloto.
El proyecto también considera cooperar con el proyecto de Fortalecimiento de la Capacidad Estratégica para la Utilización Sostenible y la Conservación de la Biodiversidad en el Sistema de la Integración Centroamericana (Sica)”, que comenzará en marzo de 2019.
El director de Jica, Suguru Nakane, detalló que a la fecha se se ha informado de los avances del Proyecto Corredor Biológico La Unión, donde hay un avance y significa un paso adelante para lograr el objetivo del proyecto; por lo que debe haber un compromiso aún más para tener resultados que sean un modelo para Honduras y hacer eco en la región centroamericana.
Explicó que “el nombre “Satoyama” proviene de un término japonés para paisajes, que incluye actividades de producción humana, como agricultura, silvicultura, ganadería y hábitats naturales, donde la influencia humana es un aspecto esencial del ecosistema local”.
La iniciativa “Satoyama” se basa en el principio de que tales paisajes, cuando se administran adecuadamente, pueden beneficiar tanto a la biodiversidad como a los medios de vida humanos, en lugar de estar en un estado de oposición, lo que lleva a una “sociedad en armonía con la naturaleza”, detalló.
“Esperamos seguir cooperando con el gobierno de Honduras, así como con los gobiernos locales, en la conservación y gestión de la biodiversidad, para beneficiar a la población local y el país en general”, apuntó.
Enfatizó que Jica, junto con sus socios, tomará la iniciativa para forjar lazos de confianza en el mundo; trabajando por un mundo libre, pacífico y próspero, donde la gente pueda encontrar un mejor futuro y explotar sus diversos potenciales.