Tegucigalpa – Once estudiantes nicaragüenses han solicitado asilo en Honduras desde el 31 de julio a la fecha informó a Proceso Digital una alta fuente del Instituto Nacional de Migración (INM) del país receptor.
La prensa hondureña informó hace apenas dos días que tres universitarios nicaragüenses solicitaron refugio a las autoridades de Honduras por la crisis que vive su país desde el 18 de abril.
Once estudiantes nicaragüenses han solicitado asilo en Honduras
Proceso Digital confirmó con autoridades migratorias que la cifra en los últimos 15 días es de once solicitudes, todas de universitarios.
Los jóvenes han ingresado al país con sus documentos de identificación personal y lo han hecho por puntos fronterizos entre ambas naciones.
Son estudiantes que denuncian ser perseguidos políticos y han llegado a tierras hondureñas con sus rostros cubiertos porque dicen temer por sus vidas y las de sus familias.
Los estudiantes denuncian ante medios locales abusos contra los derechos humanos de parte del gobierno de Daniel Ortega y sus grupos afines.
«Somos estudiantes y solo queremos solución a nuestras vidas, el conflicto pasa por la etapa de persecución política y por ahora no es posible estar en nuestro país», indica una versión acreditada por la agencia Efe a un estudiante nicaragüense que forma parte de la oleada que ha llegado a Honduras.
Crece flujo de nicaragüenses a Honduras por crisis.
Nicaragüenses en constante movimiento
El flujo de nicaragüenses hacia Honduras se ha disparado en 24 %, en lo que va de 2018, en relación al año anterior, reflejan las cifras proporcionadas por el estatal Instituto Nacional de Migración (INM).
El ingreso de nicaragüenses a Honduras se da tras una cruenta crisis política y social que afronta el vecino país y que ha cobrado cientos de muertos.
Los nicaragüenses han salido a las calles y exigen la salida del poder del actual gobernante Daniel Ortega y de su esposa y vicepresidenta del Ejecutivo, Rosario Murillo.
Violencia en medio de protestas en Nicaragua.
La lucha inicialmente fue liderada por pobladores afectados por modificaciones al sistema de seguridad social.
Honduras y Nicaragua comparten dos puntos aduaneros que conectan con los departamentos de Choluteca y El Paraíso en las zonas sur y oriental respectivamente.
Se conoce que cientos de estudiantes nicaragüenses, protagónicos en la lucha contra el gobierno de los Ortega, han salido del país rumbo a Costa Rica, Panamá y México mayoritariamente. Pero también lo han hecho en menor escala a otros países del continente y fuera de él.
No se ha determinado el tratamiento migratorio que se les concederá a los estudiantes que han pedido asilo en Honduras.
Los datos del INM reportan que 22,107 nicaragüenses mostraron un flujo de entradas y salidas a Honduras en enero de este año ; en febrero lo hicieron 19,419; 21,343 en marzo; 20,019 en abril; 19,417 en mayo; 19,556 en junio y en julio la cifra se disparó a 26, 275, la más alta en lo que va de 2018.
De enero al 29 de julio, 148,136 nicaragüenses entraron en el país y en la misma época se reporta una salida de 143,722 personas, lo que significa que de ellos 4,414 están en territorio hondureño.
Nicaragua afronta una cruda crisis sociopolítica que reporta más de 400 muertos, aunque el Gobierno reconoce 197. Lo que ocurre en Nicaragua actualmente es más cruento que lo vivido en 1980 cuando Daniel Ortega y los sandinistas lucharon por derrocar la dinastía somocista.
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La Historia
Durante la guerra nicaragüense de finales de los 70 y 1980, Honduras dio refugio a decenas de miles de ciudadanos del vecino país. Los registros de entonces indican que entre nicaragüenses y salvadoreños desplazados que llegaron a este país se dio cabida a unos 40 mil fugitivos que llegaron en deplorables condiciones.
Esas personas, “hubieran muerto de hambre y enfermedades infecciosas a no ser por la ayuda internacional que se canaliza a través del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)” reportaba entonces el diario español El País de España.
Pese a su endeble economía, Honduras abrió sus puertas a quienes buscaron asilo o refugio en tierras catrachas, esa voluntad y la ayuda internacional fueron vitales para dar cobijo a centroamericanos que protagonizaron guerras internas y crisis políticas sangrientas.
