Por: Pedro Gómez Nieto
“El primer paso de la ignorancia es presumir de saber” -Albert Einstein-
El palíndromo es una frase, palabra, o número que se puede leer igual de izquierda a derecha como viceversa. Siendo números les llamamos “capicúas”, muy apreciados por los jugadores de lotería. Ejemplos de frases cortas: yo soy; luz azul; no subas, abusón. Y de palabras, mi preferida: Hannah, un nombre hebrero de mujer que significa: “Dios me ha favorecido”. Así se llamaba la madre del profeta Samuel. En política entendemos por palíndromo al político que puede decir una cosa y mañana sostener la contraria, atacar un postulado y mañana defenderlo, revirtiendo los argumentos. Su ideario lo mueve desde la izquierda revolucionaria hasta la derecha conservadora y viceversa, porque dice que no es la política sino el pueblo lo que importa.
Siendo la clase política es un corte transversal de la sociedad, nuestra democracia debe reorientar sus valores, contenidos y objetivos. El vodevil sobre la lectura de la Biblia en las escuelas es prueba de que estamos más perdidos que un pulpo en una pulpería. Recientemente escribía sobre la falta de control emocional de algunos políticos, y el Congreso Nacional nos ha ofrecido un caso práctico. Dos diputados, delante de los medios, mostraron su impresentable baremo intelectual, profesional y humano. Para remate, no conocemos que las autoridades de los partidos políticos afectados, ni las del poder legislativo, les haya abierto un expediente disciplinario por conducta inapropiada.
Mientras se intercambiaban insultos recordaba las palabras de Jesús, en Mateo 21:11: “Esta es casa de oración y vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones”. ¿Qué debe representar para una democracia su Congreso Nacional? Estamos acostumbrados a que la amenaza y el insulto formen parte del lenguaje de algunos políticos. La plebe termina por creer que, si sus líderes insultan, el ofendido calla y tampoco se querella, algo será verdad, sumándose a la bacanal como terapia grupal para bajar tensiones. Poco a poco se va perdiendo el respeto a la dignidad y relaciones interpersonales, lo que desemboca en la sinrazón y la violencia, primero verbal, luego física.
Estos depredadores de la democracia, pregonan que el pueblo tiene derecho a expresar sus frustraciones, pero antes han manipulado sus emociones induciendo que la violencia es legítima para conseguir sus fines, los de ellos dos. Uno, necesita la Constituyente para poder presentar su candidatura. Desde el 2009 intenta tirar al retrete la Constitución con la excusa de que es un adefesio jurídico; necesita emular al tótem refundando Honduras al estilo venezolano. Pero ninguna ley puede cambiar la condición humana. Las leyes no son el problema, sino las personas que no las respetan desde sus posiciones de poder, y allí se mantendrán mientras sigamos dándoles el voto. El argumento de los “comandos insurreccionales pacíficos” es un aborto conceptual que insulta el intelecto y alumbra responsabilidades por inducción al delito.
El otro, palíndromo y ruin, en lugar de estar preocupado por la agitación y sufrimiento que golpea Nicaragua, que está afectando a la economía hondureña en millones de dólares, publica en las redes sobre la posibilidad de que pronto para Honduras vengan disturbios similares. Que el tsunami arrase medio país no importa, con tal de colocarse la banda presidencial. Cual zopilote otea basura para atacar a JOH y la gobernabilidad. El pasado martes, en la votación secreta celebrada en la ONU, Honduras no obtuvo los votos necesarios para presidir la Asamblea General. Escribe en Twitter: “Si se hubieran respetado los resultados de las elecciones 2017 Honduras habría ocupado la presidencia”. ¡Alucinante! En quince palabras su bola de cristal mostró la respuesta a un problema complejo de geopolítica. Seguro analizó nuestra política con Israel sobre el traslado de la embajada a Jerusalén, afectando el apoyo de la Liga Árabe; o cuando nos posicionamos en la OEA contra la dictadura de Maduro, lo que pudo influir en países del GRULAC; etcétera. No entiende que las naciones que integran OEA, ONU, UE…, ya se posicionaron a favor de JOH apoyando su triunfo electoral y nuevo mandato presidencial. No sabe conectar su cerebro emocional al racional.
Este timo de político palíndromo, que dijo presentarse para un solo proceso electoral, y va camino de su tercera derrota; que dijo estar en política para ayudar al pueblo, me recuerda aquello que dijo el poeta argentino Facundo Cabral: “Aléjate del que veas acariciando al caballo, realmente solo pretende montarlo”.
