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La reportera y el director, la experiencia de Orfa Mejía

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Tegucigalpa – Orfa Mejía es una experimentada periodista que tiene en su vida muchas anécdotas, todas ellas emocionantes, pero fue sin duda el extinto Diario Tiempo, en su edición en papel, el medio que la forjó como periodista, de esas buenas periodistas, como pocas y pocos en el país.

En una reflexión compartida con Proceso Digital—del cual fue una de sus pioneras en la redacción—recordó el papel del extinto Manuel Gamero, el director de Diario Tiempo, a quien la parca sorprendió el 15 de enero de este año, llevándose consigo un cúmulo de conocimientos y experiencias que no pudo compartir con las nuevas generaciones de periodistas.

Manuel Gamero, el personaje de lentes angostos que veía a los demás sobre sus gafas, fue un periodista que representó a una generación estudiosa, metódica y comprometida con el periodismo. Así lo recuerda Orfa Mejía, la periodista que hoy nos da su visión sobre esos encuentros entre la reportera y el director.

manuel gamero

¿Qué recuerda de Manuel Gamero?

R.- No era un hombre afable, a veces parecía arrogante, no sonreía fácilmente, pero era un gran periodista, el mejor director de su tiempo. Era metódico, observador de los procesos. El licenciado Gamero igual trataba los temas de Salud que el tema político, sus editoriales eran sobre el tema del día o lo que estaba marcando el acontecer del país. Era extremadamente estudioso y cuando hacía sus editoriales era sumamente cuidadoso con el lenguaje.

¿Y cómo era el director con su redacción?

R.-Cuando entraba a la redacción y miraba acucioso con aquellos lentes angostos, uno decía: ¡que no me llame a mí! Uno sentía su presencia en cuanto entraba al diario, pues era muy competitivo. Yo cubría el área de la Salud y a veces me decía: Orfa, ¿cómo está el problema de la falta de medicamentos? Y yo le contaba y él agarraba su libreta y el lápiz para tomar nota de lo que uno le decía y la contrastaba.

El licenciado Manuel Gamero no era un director alejado de su redacción, él siempre estaba pendiente de la gente que trabajaba con él, siempre iba a las reuniones de la Mesa de Redacción que coordinaba la licenciada Vilma Gloria Rosales—otra mujer periodista exigente—y discutía con nosotros la agenda diaria del país. Nunca bromeaba con los periodistas, siempre imponía su sobriedad y seriedad…allá a las cansadas se asomaba una sonrisa.

De la descripción que hace ¿era un director quisquilloso? ¿Infundía miedo o respeto?

R.- Si era quisquilloso porque era meticuloso con su trabajo, y no infundía miedo, sino ese respeto que un periodista debe a un director que se da a respetar con su trabajo y profesionalismo. En el manejo de la agenda informativa, él nos decía que diario Tiempo debía tener su propio enfoque de los hechos, que eso hacía al diario distinto de los otros medios, y se lograba, porque tenía un equipo de trabajo comprometido. Los redactores de diario Tiempo teníamos una mística de compromiso impuesta por el liderazgo de una buena Dirección y Jefatura de Redacción.

Para mí el licenciado Gamero representaba una generación estudiosa, metódica, analítica y profundamente conocedora de la realidad nacional. Era de ese equipo de directores de medios competitivos como Francisco Morales (QDDG) en El Heraldo y Adán Elvir, en La Tribuna. Solo don Adán ha quedado de esa estirpe de directores de antes. Un Ventura Ramos (QEPD) como columnista en diario Tiempo, era un lujo. Quienes le conocimos y fuimos sus alumnos debemos estar agradecidos de la madera periodística que nos formó.

Como director, creo que fue el mejor de su época porque tenía una gran ventaja: su independencia frente al poder y ello impidió que éste estuviera por encima de los medios. Eso lo tenía bien claro el licenciado Gamero. Él como director marcaba la pauta sin que los dueños de los medios se involucraran directamente en la política editorial

Manuel Gamero 2

¿Cómo reaccionaba el director de Tiempo cuando otro medio tenía una nota que a ustedes les faltaba?

R. Incómodo, molesto. El licenciado Gamero era tan competitivo que analizaba las portadas de los periódicos para ver qué tenía la competencia y que nos hacía falta a nosotros. Diario Tiempo tenía como eje transversal en su política el tema de los derechos humanos y la lucha contra la corrupción, sus portadas y noticias así lo reflejaban. Gamero trataba que uno como periodista estuviera empapado del acontecer nacional y de lo político, que los periodistas estuviéramos en el ajo. Y como era un hombre bien informado con unos contactos impresionantes, eso le daba ventaja como director y como medio frente al resto.

Por su trabajo, su tenacidad y sus análisis, el licenciado Gamero se granjeó muchos enemigos políticos, incluso en el gremio, pero ello nunca le impidió liderar una redacción con mística y compromiso.

¿Cuál considera que ha sido uno de sus legados?

R.- Su formación autodidacta, su responsabilidad en el manejo de los temas, el obligarnos y llevarnos a investigar los hechos, a auscultar qué hay detrás de cada caso, pero sobre todo, la ética como valor esencial en el periodismo.

¿Qué añora la reportera de su director?

R.- Su presencia en la redacción, esa sensación que estás frente a un señorón de los medios de comunicación, que equivocado o no, nos enseñó a abrazar esta profesión del periodismo como el mejor oficio del mundo. Así recuerdo yo a mi director.

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