Tegucigalpa – La crisis al interior de la MACCIH se profundizó cuando el integrante Julio Arbizu denunció que fue objeto de racismo y prejuicio por su origen peruano de parte de dos miembros de dicho grupo que le regalaron “expresiones racistas”, según denunció en un tuit en su cuenta personal.
– Igualmente señaló que es objeto de espionaje, ya que su teléfono fue bloqueado por la oficina de la OEA en Tegucigalpa y tratan de acceder a su información.
Arbizu indicó que lo anterior “no habla de mi. Habla de ellos y de quien los llevó a ocupar un puesto para el que nunca calificaron”.
Toda mi vida lidié con el racismo y el prejuicio, por mi color y hasta por mi nacionalidad. Que ahora un par de impresentables en @OEA_MACCIH me regale expresiones racistas, no habla de mi. Habla de ellos y de quien los llevó a ocupar un puesto para el que nunca calificaron
— julioarbizu (@julioarbizu) 19 de febrero de 2018
Hoy martes el secretario general de la OEA, Luis Almagro, respondió en otro tuit en el que dice que toma nota de la denuncia de Arbizu y que instruyó al secretario de Asuntos Legales y al Inspector general “continuar investigación sobre situación funcional” de la MACCIH, con énfasis en racismo y xenofobia.
Tomado conocimiento x denuncia realizada x Julio Arbizu se ha instruido al Inspector Gral y a Sec Asuntos Legales #OEA continuar investigacion sobre situación funcional #MACCIH, con énfasis en racismo y xenofobia. Medidas contra estas acciones deben ser fuertes y contundentes
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 20 de febrero de 2018
Arbizu incluso llegó a más cuando este mismo martes denuncio intento de espionaje, ya que su teléfono fue bloqueado por la representante de Almagro en Honduras y que intentan acceder a la información que tiene en el mismo.
Señor Secretario General, estoy en el salón contiguo a su conferencia en Ginebra. La mía empieza en minutos. Su representante en Honduras ha anulado mi teléfono remotamente e intenta acceder a mi información. Me gustaría comentarle personalmente este caso de hostigamiento.
— julioarbizu (@julioarbizu) 20 de febrero de 2018
En el tuit le señala a Almagro que se encuentra también en Ginebra, cerca donde se encuentra el máximo funcionario de la Organización de Estados Americanos (OEA), y que desearía comentarle personalmente lo que considera hostigamiento.
La polémica al interior de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH) estalló la semana pasada cuando el secretario general de la OEA, Luis Almagro, en una carta dirigida al presidente Juan Orlando Hernández se lamentó de los pocos éxitos obtenidos por la MACCIH, a pesar del apoyo dado y la libertad de acción que dio la oficina que dirige.
El secretario Almagro es la máxima autoridad de la MACCIH y delega en el Vocero en Honduras la tarea de ejecutar las operaciones diarias y especialmente conducir las investigaciones contra la corrupción e impunidad.
La carta dio lugar a que el vocero de la MACCIH, Juan Jiménez Mayor, interpusiera su renuncia irrevocable y desatara la crisis, con acusaciones mutuas de ambas figuras.
Jiménez Mayor acusó que Almagro no le dio todo el apoyo y personal requerido, además de renovar contratos a figuras que salieron de la MACCIH en Honduras por no realizar sus tareas, señalando explícitamente al mexicano Jacobo Domínguez.
Almagro se mantuvo en sus señalamientos que el trabajo de Jiménez Mayor no llenaba sus expectativas y que mantenerlo en el cargo solo favorecería la impunidad.
Pero la denuncia de racismo, xenofobia y espionaje de Arbizu contra el mismo personal de la MACCIH y la OEA en Honduras viene agregarle otro ingrediente a la explosiva situación de la Misión en el país.
La mayoría de los integrantes de la MACCIH son originarios de Sudamérica.
En dicha región es común la discriminación contra los ciudadanos originarios de Bolivia, Perú, Ecuador por tener altas poblaciones de orígenes indígenas, contrarias a otras naciones de amplia demografía blanca de origen europea.