Tegucigalpa – Aunque el diccionario defina la palabra mendicidad como la “situación social de la persona que no posee otros ingresos para vivir que los que le proporcionan las limosnas”, para decenas de migrantes hondureños establecidos en las calles de México es una delgada línea que les separa de llamado “sueño americano”.
Par muchos migrantes, el mendigar en las calles de México es solo un pequeño protocolo que les separa de continuar con la ruta hacia Estados Unidos donde esperan encontrar mejores condiciones que las ofrecidas en su país de origen.
Decenas de hondureños se ven en la necesidad de pedir algunas monedas en los cruces fronterizos mexicanos para comer, hospedarse o continuar la ruta migratoria.
Uno de esos casos es Pedro Adán Fernández Máximo, un ciudadano hondureño de 23 años, ha sobrevivido en Tuxtla pidiendo ayuda económica, parado en un crucero de la ciudad, haciendo señas a los automovilistas para ver si alguno le regala algo de dinero para poder comer y continuar su camino.
“Nos quedamos sin dinero, sin fondos y no tenemos el apoyo de nadie, por eso estamos aquí en las calles, pidiendo dinero para poder seguir adelante”, declaró a periodistas mexicanos el inmigrante hondureño.
Hoy se dirige a rumbo a Veracruz, el siguiente punto en la travesía que él y un grupo de hombres y mujeres comenzaron hace una semana, en busca de una mejor oportunidad de vida para ellos y sus familias.
Como miles de hondureños, Pedro salió del país en busca de mejores oportunidades, es esta la principal causa de emigración de los “catrachos” concluyen diversos estudios académicos.
A pedro en Honduras le esperan su esposa y sus dos hijas, él salió primero de Honduras decidido a encontrar mejores condiciones de subsistencia y un día espera reunirse con ellas en el país que ha seleccionado como destino, EEUU.
“Ojalá, Dios primero, podamos llegar a nuestro destino que él nos lo permita y poder lograr el sueño que tanto deseamos nosotros”, refiere, al respecto.
De momento, Pedro pretende llegar a Veracruz “para poder sacar un permiso para poder circular en el país sin ningún problema con migración primeramente Dios. Si encontramos una mejor vida, un trabajo que nos rinde algo, ya sería mucho mejor de lo que tenemos en mi país”.
Entre tanto, deberá permanecer en medio de condiciones de miseria y en mendicidad para poder avanzar y lograr su “sueño americano”.
Historias como la de Pedro es cada vez más común al punto que los migrantes inician a establecerse a las orillas de las autopistas para mendigar durante el día hasta que logran reunir una cantidad suficiente para continuar la travesía.
Incluso algunos migrantes han comenzado la construcción de casuchas con ramas, bolsas y cartón para estar en el punto las 24 horas del día.
Por su parte, oficiales de Tránsito municipal han informado que no tienen autoridad para retirar a los migrantes.
Por el momento, la presencia de migrantes sobre la autopista, e inmediaciones, no causa problemas, toda vez que los automovilistas no se quejan e incluso les dan alimentos y dinero, por lo que se fomenta su presencia, han declarado.