Incontrolable ola de femicidios en Honduras

Tegucigalpa La ola de femicidios en Honduras no se detiene. Más de 52 mujeres fueron ingresadas – en los últimos 30 días- a las morgues de San Pedro Sula y Tegucigalpa, las dos principales ciudades del país. Los crímenes contra las féminas agregan cada día episodios más crueles y casi a diario se tejen historias de horror en las que las mujeres pagan con sus vidas la cultura machista de una sociedad descarnada.

– El pasado fin de semana se produjo la primera masacre en los últimos años en la que las víctimas fueron solo mujeres.

Aunque la retórica oficialista alude una baja considerable en la tasa de homicidios en los últimos seis años, lo cierto es que la muerte violenta de mujeres muestra sus estadísticas hacia la alza. Adultas, jóvenes e incluso niñas no se escapan de la espiral de violencia que atenta contra sus vidas en un país donde forman parte del mayor segmento de la población.

Desde la profesional hasta la iletrada engrosan “la clientela” de los agresores, en la mayoría de los casos compañeros de hogar o exparejas.

Muchas de las mujeres que pierden la vida en este entamizado de violencia manifiestan el denominador común que callan las agresiones, aunque otras denuncian los hechos y las autoridades no suelen ser respuesta.

Los últimos casos: el deceso de una joven agraciada a manos de su esposo en La Lima, pese a que denunció violencia doméstica ante cuerpos de seguridad; la masacre de tres mujeres en El Porvenir, Francisco Morazán; el acuchillamiento y posterior degollamiento de una fémina a manos de su compañero de Hogar en La Lima; el asesinato de otra en Orica a manos de su esposo; entre otros actos que involucran a mujeres.

Esta epidemia de muertes parece no encontrar una solución y organizaciones que velan por los derechos de las mujeres lamentan que el 95 por ciento de los crímenes queden en la impunidad.

Un informe reciente del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, da cuenta que en los últimos 15 años y medio, existe un saldo aproximado de 5 mil 600 muertes violentas de mujeres, cuyos crímenes se mantienen en la impunidad en más del 90 % de los casos.

Pese a que el nuevo Código Penal contiene nuevas figuras delictivas, en el caso de la muerte de mujeres, diversos sectores de la sociedad alegan que el flagelo no se debe a la carencia de leyes, y sí a la falta de investigación de los entes encargados.

Amor, maltrato y baja auto estima

Proceso Digital se contactó con una mujer que sufrió durante muchos años de violencia doméstica y reveló todo lo que pasa por la mente de una mujer que es agredida seguidamente por su compañero de hogar.

“Andrea”, como le llamaremos a nuestra entrevistada para ocultar su identidad, es una mujer hermosa, alta, de caderas pronunciadas y poseedora de un cuerpo esbelto. Madre de dos niñas, profesional, pero con muchas cicatrices que le ha dejado la violencia machista.

“Todo empezó por celos, me agredía con sus palabras, me decía que no servía para nada, que era inútil. Fue fatal por un tiempo porque llegue a creerlo”, contó la joven mujer.

Añadió en su relato que “yo quería desaparecer, estaba frustrada porque todo lo que hacía le molestaba. Así luego me pegó una y otra vez”.

La mujer, víctima de violencia doméstica, compartió que la primera agresión fue a patadas y golpes con las manos, que por más que intentó defenderse no pudo hacer frente a los ataques.

“Al principio no sabía que él me pegaba bebido y drogado, pero luego me di cuenta. La segunda vez que me pegó recuerdo que andaba bien bebido y drogado”, siguió contando en medio de sollozos.

Citó que todo se convirtió en una pesadilla. “Me pegaba dos o tres veces a la semana. Nunca hice nada por lo que siempre decimos las mujeres, porque lo amo”.

El temor paralizaba su cuerpo y sus pensamientos a medida pasaban los días. La escalada de violencia también era consecuencia lógica de su silencio.

“Andrea” siguió con su relato y recordó que luego de tener intimidad con su agresor venían los golpes. “Un día me cansé y agarré fuerza. La mayor golpiza que me dio fue cuando estaba embarazada y por celos me empezó a patear y a golpear muy fuerte. Perdí mi bebé”, describió.

Un día llegó al límite y se armó de valor para irse con sus hijas. “Ese día dije, yo valgo mucho y me fui con mis hijas. Ahora no me volvería a dejar pegar, mejor estoy sola”.

Al concluir que es afortunada, en el sentido de no formar parte de las cifras de femicidios que todos los días se engrosan en Honduras, Andrea envió un mensaje a todas las mujeres que viven algún tipo de violencia doméstica. “Les digo que se valoren, que salgan adelante, que luchen porque siempre tendrán mejores oportunidades”, finalizó.

Enfermedad endémica

La directora de Ciencias Forenses del Ministerio Público, Julissa Villanueva, no escondió su preocupación en vista que en Honduras cada 15 horas una mujer pierde la vida en situaciones de violencia.

“Las muertes de mujeres que se está volviendo como una epidemia, enfermedad y odio”, aseveró.

Continuó que “estoy francamente asombrada como en la última semana ha habido un pico elevado en las muertes de mujeres. Estos cuadros dantescos lo único que me hacen pensar es en una epidemia de muerte, violencia y odio contra las féminas”.

Citó que en los 30 días de este 2018, se reportan 52 casos de muertes de mujeres, la mayoría violentas, en las morgues de Tegucigalpa y San Pedro Sula.

Villanueva analizó que las mujeres están perdiendo la vida a manos de personas muy cercanas a ellas; “a veces son las parejas, compañeros de hogar o son familiares directos que están en relación con esta consecuente ola de odio”.

Reconoció que “es necesario que todos los organismos que se encargan de investigar (la muerte de mujeres) lleguemos hasta las últimas consecuencias. Estas acciones nos llevan a reflexionar por qué se están produciendo estas muertes en el presente año”.

Mujeres asumen violencia con normalidad

Rosa Lourdes PazDe su lado, en conversación con Proceso Digital, la directora del programa Ciudad Mujer, Rosa de Lourdes Paz, manifestó que en la actualidad hay muchas féminas que creen que es normal la violencia contra ellas.

Paz indicó que es importante que las mujeres tengan una cultura de sensibilización y conocimiento de sus derechos para romper el círculo de violencia.

“Antes de crear una cultura de la violencia, tiene que haber una cultura de conocimiento de toda la normativa que las protejan para que tomen conciencia de la invisibilización de la violencia, que hay muchas mujeres que creen que eso es normal”, desglosó.

Paz destacó la importancia que la mujer conozca sus derechos para que tomen una decisión estando bien informadas, al tiempo que reconoció que hay varios casos que no toman las medidas adecuadas de cuidado por parte de los entes de seguridad.

“Uno busca que salgan del círculo de la violencia y cuando lo quieren hacer, no toman las medidas adecuadas de cuidado”, admitió.

Recomendó que es importante que las mujeres acudan a los centros de Ciudad Mujer para empoderarse de sus derechos, conozcan cuáles son las leyes que las protegen y los mecanismos para hacerlos efectivos.

Cifras devastadoras

Mientras, de su parte Merly Eguigure, coordinadora del Movimiento Feminista Visitación Padilla, comenzó citando que una elevada cantidad de mujeres han sido asesinadas durante el recién iniciado 2018.

“El fallecimiento de la dama de San Pedro Sula pudo ser evitado, si las autoridades hubieran actuado al instante, al momento que la fémina fue a solicitar la ayuda correspondiente”, recriminó la feminista.

Criticó que la inoperancia de las autoridades de seguridad muchas veces deriva en estos fatales desenlaces. En el caso específico de esta mujer en el norte de Honduras, Eguigure exigió una investigación exhaustiva para deducir responsabilidades a los que pudieron evitar este nuevo hecho violento contra mujeres.

“Se debe fortalecer la unidad de investigación de muertes violentas de mujeres. Esperemos que detengan al asesino de la muchacha de San Pedro Sula y no solo a él, sino a los que no atendieron a la denuncia”, exteriorizó.

Refirió que “a nosotras nos da mucho que reflexionar que las órdenes para asesinar a las personas salgan desde las cárceles, por lo que hay que investigar las mismas, las mujeres no deben de pagar con sus vidas lo que sucede con las extorsiones y el narcotráfico”.

Bajan homicidios, pero no los femicidios

Pese a que Honduras ha experimentado una baja considerable en la tasa de homicidios -de 86 a 42 por cada 100 mil habitantes- en los últimos seis años, no ocurre igual situación en los femicidios, flagelo que lejos de disminuir mantiene una ruta ascendente.

regina fonsecaRegina Fonseca, del Centro de Derechos de la Mujeres, reflexionó que en el país las féminas se mantienen en alerta exigiendo respuesta a los ataques que les quitan la vida.

“Pese a que los índices de violencia han disminuido, las muertes contra las mujeres se mantienen y el Estado es el responsable porque en tantos años teniendo figuras delictivas en el Código Penal apenas el 10 por ciento de las muertes violentas y femicidios hay justicia, el otro 90 por ciento queda en la impunidad”, se quejó.

Fonseca atomizó que “los entes de investigación deben de hacer su trabajo, lastimosamente no hay políticas dirigidas a reducir las muertes violentas, no hay políticas públicas dirigidas a prevenir los hechos de violencia contra las mujeres”.

Reiteró que “no vemos ni hemos visto interés por parte del gobierno para reducir la impunidad. El aumento de la saña se debe a un acto de venganza. Cuando vemos una masacre o niñas descuartizadas eso nos llama la atención, pero por un rato de forma mediática y no a largo plazo porque no les importa investigar o no están capacitados para investigar una muerte de mujer porque el mismo Estado no capacita constantemente a sus investigadores”.

Última década nefasta para las mujeres

La socióloga Karla Aguilar, quien se desempeña como coordinadora de la cátedra de Estudios de la Mujer de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), aseguró que en el país solo en términos legales existe una Fiscalía de la Mujer y organizaciones que protegen a las féminas, pero que en la realidad es poco lo que se hace.

“Las leyes en Honduras en relación a la defensa de las mujeres desde el 2009 no se aplica como debe ser, por ejemplo, una mujer va la a Fiscalía y ahí no tienen personal suficiente, va a la Policía y no hay una agente especializada en temas de violencia doméstica y las organizaciones no trabajan como se debe”, fustigó Aguilar.

Agregó que “en términos legales existen las ONG, una Policía preparada y una Fiscalía capaz, pero en realidad no existe nada”.

Sobre los últimos casos de violencia doméstica que se han dado en el país recientemente, aseguró que hay varios factores que influyen. “En primer lugar hay que decir que los aparatos que ponen orden en los barrios y colonias han estado enfocados en otras actividades de manifestaciones, eso significa que han abandonado el papel de la prevención”, analizó.

Siguió desglosando que “en el caso de las mujeres que fueron asesinadas, estoy enterada que habían puesto denuncia previa y la Policía le dijo que no podía y que iban a llegar hasta el otro día. Aparte las otras razones es que hay más desempleo. El hombre por si tiene problema de celos y le afecta más la estabilidad emocional agrede a la pareja y eso no es justificable, pero no hay suficiente fuentes de empleo en el país”.

La socióloga detalló que en el país hay más violencia domestica cuando hay partidos de fútbol, ferias o carnavales porque ahí entra el factor alcohol o las drogas.

Los últimos hechos que involucran mujeres

Hombre asesina a mujer que denunció violencia doméstica

Intensos operativos se realizan en la zona norte del país, en busca de un sujeto que asesinó el pasado domingo a su compañera de hogar, hecho que se consumó en la colonia Cerrito Lindo del sector Planeta de La Lima, Cortés, norte de Honduras.

La víctima fue reconocida como Norma Lilian Ávila Hernández, quien habría sido asesinada por su compañero de hogar Hugo Daniel Cruz Cabrera.

Un día antes de su muerte, Ávila Hernández interpuso una denuncia por maltratos y violencia doméstica en la estación policial de la colonia Planeta de La Lima, donde aparentemente no atendieron la misma.

Asesinan a madre y a sus dos hijas en El Porvenir, FM

Una madre y sus dos hijas fueron asesinadas la madrugada del pasado domingo en la aldea El Pedernal en el municipio de El Porvenir, Francisco Morazán.

La subinspectora de la Policía, Dania Cruz, indicó que en el asesinato múltiple ocurrido en la aldea El Pedernal del municipio de El Porvenir, Francisco Morazán, perdieron la vida Isidra Hernández Turcios de 50 años, madre de Helen Hernández Turcios de 18 años y una menor de 10 años.

Se trata de la primera masacre, en los últimos años, en la que las víctimas son solo mujeres. El triple crimen se ordenó desde una cárcel, han informado las autoridades.

Hombre muerto y tres mujeres heridas en ataque en la capital

Un hombre muerto y tres mujeres heridas es el saldo de un ataque criminal ejecutado la noche del pasado sábado por desconocidos en el sector conocido como Los Privilegiados en la colonia Izaguirre de Tegucigalpa, en esta capital.

La víctima fue identificada como Armando Contreras, quien murió cuando era trasladado a un centro asistencial.

Por su parte, las mujeres que resultaron heridas fueron identificadas como María Espinoza de 67 años, Natalia Ochoa de 17 y Juana Isabel Espinoza de 15 años, todas trasladadas a la sala de urgencias médicas del Hospital Escuela Universitario (HEU).

Matan padre e hija en emboscada a familia en Copán

Al menos dos personas muertas y otras siete heridas, es el saldo de una emboscada en la comunidad de Aguas Calientes en Santa Rita, Copán, occidente de Honduras.

El informe preliminar proporcionado por la Policía detalló que las víctimas identificadas como Orlando Paz Mejía y Julissa Paz Pacheco, padre e hija respectivamente, murieron en el ataque criminal.

Mientras tanto, otras siete personas todos miembros de la familia Paz Pacheco, resultaron heridas entre ellas dos menores de edad.

Hombre mata a su esposa y luego se suicida en Orica

El jueves 25 de enero -día consagrado a la mujer hondureña- se reportó que un hombre asesinó a su esposa y luego se quitó la vida en Orica, Francisco Morazán, zona central de Honduras.

La fémina ultimada fue identificada como Nancy Murillo y el hombre que se quitó la vida respondía al nombre de José Ramón Puerto.

Según relatos preliminares, José Ramón Puerto le quitó la vida con un arma blanca a su esposa y luego se tomó unas pastillas para curar frijoles. El hombre falleció en el Hospital Escuela Universitario.

 

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