La Paz – El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, anunció este miércoles un incremento del 20 % del salario mínimo nacional, de 2.750 a 3.300 bolivianos (395 a 474 dólares) y declaró la «emergencia económica, financiera, energética y social» porque, dijo, el país no puede seguir «funcionando con normas de los últimos 20 años».
El incremento fue anunciado en un mensaje televisado, en el que Paz informó sobre un decreto que calificó como una «decisión histórica de salvataje de la patria» ante la crisis económica que vive el país por la falta de dólares que persiste desde 2023, el desabastecimiento de combustibles que es crónico desde 2024 y una alta inflación.
«Estamos determinando en diciembre que el salario mínimo nacional será de 3.300 bolivianos, un incremento del 20 %», indicó el gobernante, que tomó juramento el pasado 8 de noviembre y anunció, junto a esta medida, el retiro de la subvención de los combustibles.
Según Paz, el incremento del salario mínimo nacional se aplicará desde el 2 de enero «y regirá durante todo el 2026», y también indicó que a finales del próximo año, «con los datos reales de inflación» anual se dialogará con los trabajadores y empresarios privados para definir «el nuevo salario mínimo nacional».
En los Gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), de Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2025), el anuncio del incremento salaria se hacía el 1 de mayo, por el Día del Trabajador.
«Mientras estabilizamos y le damos un nuevo futuro a la economía, protegeremos a quienes más lo necesitan», justificó el mandatario.
Por ello, aseguró que el decreto también «tiene un corazón social firme», pues con los «pocos» recursos que dejó el Gobierno anterior se incrementará la Renta Dignidad para adultos mayores, de los actuales 300 bolivianos a 500 bolivianos (de 43 a casi 72 dólares).
También anunció la creación de un «programa extraordinario de protección y de equidad» que entregará 200 bolivianos (28,7 dólares) cada cuatro meses a «padres, madres y tutores sin aportes contributivos».
Además, se incrementará el Bono Juancito Pinto, un incentivo anual para evitar la deserción escolar, de 200 a 300 bolivianos (de 28,7 a 43 dólares) «para que ningún niño abandone sus estudios».
«No es asistencialismo, es ayudar a las familias que quedaron destruidas después del saqueo de los últimos 20 años», afirmó Paz.
El gobernante sostuvo que el decreto se emitió «contra los bandidos que nos dejaron en esta ruina» y «es el punto final a un modelo de mentira, despilfarro y corrupción y el inicio de una etapa de sinceramiento, reconstrucción y sanación nacional».
El Gobierno de Paz ha asegurado que el país tiene una «economía devastada» y que, tras asumir el poder, se encontraron con una «cloaca de dimensiones extraordinarias» en distintos ámbitos del Estado. JS








