Tegucigalpa –El general en condición de retiro Romeo Vásquez denunció que atraviesa un “momento decisivo” de su vida y afirmó que ha llegado al convencimiento de que “es mejor morir con honor que vivir de rodillas”, al asegurar que enfrenta persecución política, amenazas y acusaciones que —según él— buscan silenciarlo por oponerse al rumbo actual del país.
Vásquez sostiene que en Honduras “se está intentando instalar una dictadura al estilo de Venezuela o Cuba”, y acusa a sectores del poder de utilizar influencias políticas e incluso vínculos con el narcotráfico para enriquecerse y mantenerse en el gobierno. “Estoy ardido, indignado con lo que está sucediendo en Honduras. Aquí no hay justicia. La justicia es de ellos, como ellos quieran hacerla”, expresó, en una declaración brindada a RCV,
El exjefe militar afirmó que decidió mantener una vida en constante movilidad dentro del país, viviendo “más cerca del pueblo que nunca”, pero fuera del alcance de las autoridades por motivos de seguridad. Asegura continuar su causa “desde la clandestinidad”, pese a que el gobierno ha ofrecido una recompensa de 35 millones de lempiras por información que conduzca a su captura.
Decisión sobre su voto aún no está tomada
El general en retiro aseguró que aún evalúa si acudirá o no a votar en las próximas elecciones. Reconoce que, sí aparece en su centro electoral, podría ser capturado, por lo que su decisión dependerá “del respaldo de la gente y de su fe”. Rechazó revelar por quién votaría. “No voy a ponerme en línea partidista, mi posición es patriótica”, dijo.
“Yo ya no tengo miedo”: Vásquez asegura que seguirá su lucha
El general en retiro describió su situación como el resultado de un proceso de amenazas y presiones. “Ha sido un proceso duro… Pero ya no tengo miedo”, dijo al recordar que, según él, intentaron humillarlo y “implantarle pruebas”. Agregó que lo que atraviesa no solo le ha afectado a él, sino también a su familia, pero que no está dispuesto a arrodillarse.
Afirma que su lucha consiste en “levantar la moral del hondureño” para que pierda el miedo y defienda el país. “El temor al caos ha debilitado a la oposición y ha permitido que minorías políticas se adueñen del poder”, señaló.
Llamado a la ciudadanía y a las Fuerzas Armadas
Vásquez exhortó a la población a no ser indiferente y a actuar “con determinación y sin temor”, asegurando que, conforme a su interpretación del artículo 3 de la Constitución, los ciudadanos “no deben obediencia a un gobierno que consideren ilegítimo”.
También lanzó un mensaje directo a las Fuerzas Armadas, instando a sus miembros a no dejarse manipular por intereses políticos: “Los mandos son temporales. Que su liderazgo sea recordado por preservar la institucionalidad, no por debilitarla”, expresó, añadiendo que la misión de los militares es defender la Constitución, la democracia y al pueblo hondureño, no alinearse con proyectos partidarios.
Asimismo, pidió “rescatar el honor” de miembros de la institución que —según él— han sido marginados por mantenerse fieles a sus principios.
En su intervención, también arremetió contra el exmilitar Roosevelt Hernández, a quien calificó como “un Judas que se vendió por 30 monedas de plata”.
“Seguiré hasta el final”
Pese a las circunstancias, Vásquez afirma que no contempla abandonar el país ni renunciar a su postura. “Soy un guerrero, formado para buscar la paz, pero la paz se defiende. No es con cobardía”, dijo citando al general Francisco Morazán.
Concluyó asegurando que su permanencia en la clandestinidad ha sido larga y difícil, pero que continuará su lucha “hasta que Honduras retome el camino correcto”, según su visión del momento político que atraviesa el país.LB









