Tegucigalpa- La tensión entre el Congreso Nacional y el Tribunal de Justicia Electoral (TJE) subió de tono, luego de un cruce de declaraciones entre el presidente del Legislativo, Luis Redondo, y la magistrada del TJE, Miriam Barahona, quien defendió con firmeza su independencia judicial frente a los señalamientos del titular del Congreso.
Barahona respondió en su cuenta oficial de X, a un mensaje de Redondo, escribiendo:
“A mí ni usted ni nadie me va a amedrentar. Defenderé mi independencia judicial y la libertad de decisión como magistrada que usted nos aprobó con la LOPE. La injerencia de poderes en órganos jurisdiccionales no es buena para la inversión extranjera, menos para la nacional”.
Su respuesta surge tras un pronunciamiento del presidente del Congreso, Luis Redondo, quien afirmó que el Ministerio Público debía actuar “de oficio y de inmediato” ante lo que calificó como una “flagrancia que se está gestando en el TJE”.
En su publicación, Redondo aseguró que es necesario detener “al crimen organizado, al narcotráfico y a los grupos de poder económicos y políticos que pretenden regresar al país a un narcoestado y su paraíso fiscal”. Agregó que el MP está obligado a “resguardar el Estado de derecho, proteger el proceso electoral, garantizar la justicia y salvaguardar la democracia”.
La controversia se originó luego de que el TJE el TJE pidió al Consejo Nacional Electoral (CNE) abstenerse de continuar la impresión de papeletas electorales o modificar planillas de diputados, mientras se tramitan las medidas judiciales correspondientes.
Y que también desmintiera al magistrado Mario Morazán, quien alegó no haber participado en una sesión del pleno. En un comunicado oficial, el Tribunal confirmó que Morazán sí fue parte de la reunión y que se resolvieron dos solicitudes de medidas cautelares relacionadas con los diputados Jorge Cálix y Cristian Adalid Villalobo Fernán.
El intercambio de mensajes entre ambos poderes del Estado ha encendido el debate sobre los límites institucionales y la independencia de los órganos electorales en vísperas del proceso electoral interno de los partidos políticos.
Analistas advierten que esta nueva confrontación podría agravar la incertidumbre política y enviar señales de inestabilidad a los observadores internacionales y a los inversionistas, justo en un momento en que el país intenta fortalecer su sistema democrático.LB