
Tegucigalpa. – Cuando en julio de 2025 el Congreso de Estados Unidos aprobó el One Big Beautiful Bill Act (OBBBA), los titulares destacaron que US$170 mil millones serán destinados a reforzar la frontera, ampliar centros de detención y contratar a miles de agentes de ICE. Detrás del ruido mediático del “muro y las deportaciones masivas”, hay un elemento menos mencionado pero decisivo: el uso de inteligencia artificial (IA), aunque sea aplicada no en su totalidad vital a la política migratoria. Por eso, ya no hablamos solo de muros físicos o patrullas armadas, sino de una frontera invisible, construida con algoritmos digitales que entre sus aportes informan en segundos, quién cruza y quién se queda atrás en el flujo migratorio.
IA: de los radares fronterizos a la automatización de procesos
Uno de los aspectos menos discutidos del OBBBA es la incorporación de la IA en la gobernanza migratoria. Con aplicaciones que van más allá de la mera vigilancia, por ejemplo:
- Trámites migratorios más ágiles: Sistemas automáticos podrían revisar solicitudes de visas, asilo y permisos de trabajo, reduciendo drásticamente los tiempos de espera y los tribunales que están inactivos por tratar de atender más casos que los que realmente pueden, en relación a sus instalaciones, jueces y personal de apoyo que poseen.
- Predicción de flujos migratorios: Al analizar datos históricos, tendencias económicas, demográficas y hasta movimientos de las redes sociales, la IA podría anticipar olas migratorias desde sus primeras señales. Para Honduras, esto implicaría que las decisiones de EE.UU. se basen menos en debates políticos e ideológicos y más en modelos de predicción confiables, basados en evidencia estadística.
- Selección más precisa de migrantes… con menos injusticia y otros errores:
En teoría, la IA permitiría distinguir entre migrantes con antecedentes criminales y quienes trabajan honradamente, aportando a Honduras con remesas financieras y de conocimiento y también a sus diásporas en el extranjero. Evitando así que los algoritmos se diseñen con sesgos, pues eso los convertiría más bien en una amenaza para el sistema y para sus actores en comunidades enteras. El riesgo tecnológico es real y hay que prevenirlo desde que el sistema se diseñe y funcione.
Impactos económicos en Honduras
La migración hondureña no es solo un fenómeno social: es un motor económico. El Banco Central de Honduras informó que entre enero y julio de 2025 el país recibió 6.914,7 millones de dólares en remesas, un 25,2% más que en el mismo período de 2024. Hoy, las remesas representan más del 25% del PIB, sosteniendo hogares y financiando educación, salud y consumo interno o comercio.
Pero el OBBBA podría generar otros efectos de dudosa utilidad:
- Reducción de flujos migratorios tradicionales: con controles más eficientes, muchos jóvenes verían cerrada la puerta laboral en EE.UU.
- Caída de remesas: menos migrantes equivalen a menos ingresos familiares, y también de consumo o comercio e inversión.
- Presión sobre el mercado laboral interno: Honduras lo necesita para poner en marcha políticas migratorias más sólidas con empleo, industrialización y emprendimiento para absorber a quienes ya no emigren.
Una oportunidad: IA como puente de colaboración
Y no todo son riesgos. Si parte del presupuesto del OBBBA se destina a programas de IA para una migración legal, ordenada y segura, ambos países ganarían, tanto el de origen, como el de destino, con sus respectivas diásporas, y desde ellas, generar más remesas de conocimiento, con beneficios potenciales, de productos y servicios rentables para sus lugares de origen:
- Visas procesadas con más rapidez: migrantes que ya contribuyen podrían trabajar documentados, teniendo más seguridad y continuidad en el flujo y monto de las remesas.
- Monitoreo inteligente sin deportaciones masivas: se protegerían los derechos humanos y se evitarían rupturas familiares.
- Colaboración internacional basada en datos: Honduras podría anticipar necesidades laborales de EE.UU. y adaptar sus políticas migratorias, educativas y de empleo, a un desarrollo más equitativo.
Reflexión final
El OBBBA será recordado no solo por su presupuesto récord en seguridad fronteriza, sino también por abrir la puerta a una migración gestionada por inteligencia artificial. Para Honduras, el futuro dependerá de cómo se apliquen estas tecnologías:
- ¿Serán un riesgo con menos o más oportunidades de empleo e inversión?
- ¿Se convertirá la migración de nacionales al extranjero en un puente de cooperación y prosperidad para Honduras, Estados Unidos y España?
La próxima frontera entre Honduras y Estados Unidos —no será un muro físico, costoso e innecesario– sino un valioso instrumento digital, que informa a tiempo sobre empleos y el estado socio-económico de las redes actualizadas de hondureños y de estadounidenses, según nos “vayan diciendo” la IA.
Nota final del autor: expresar mimás sincero agradecimiento a Rubén Augusto Sinclair, actual Gerente Senior de Excelencia Operacional en el sector financiero y bancario de Honduras, colega y amigo de hace más de 20 años. El apoyo de Rubén fue clave para relacionar la migración internacional con la real demanda laboral global y con las soluciones que ofrecen las tecnologías de información y comunicación, campo en el que Sinclair es experto reconocido.