Tegucigalpa – En Honduras las operaciones e investigaciones contra el crimen encuentran un peligroso flanco en la fuga de información.
Se presume que cada uno de los casos referentes a desmantelamiento de carteles de la droga es resguardado por férreas columnas tecnológicas y humanas, pero, la realidad es que eso no es del todo cierto.
Fuentes operadoras de justicia han revelado que en muchos allanamientos se han encontrado con inmuebles vacíos, sin evidencias de delito, de esos hechos se coligue que sus dueños o inquilinos han sido avisados de las operaciones con anticipación, lo que ha dado pie a dejar los locales “limpios”.
No ha faltado caso en que para evitar que las puertas de los inmuebles se rompan, las fuerzas del orden han encontrado incluso los juegos de llaves para ingresar a los lugares, reveló la fuente.
En Honduras se efectúa la operación anticrimen “Dominación” en la cual se insertan acciones que deberán concluir en 2016 y que comprenden capturas, allanamientos, incautaciones, extradiciones y enjuiciamientos de barones de la droga y jefes del crimen organizado.
Esa lucha contra el delito encuentra, según lo han advertido las autoridades, varios flancos, entre ellos, el recrudecimiento de la violencia.
Pero, los responsables de operar las acciones contra el crimen poco o nada han advertido de las filtraciones que permiten la fuga de personajes del hampa o de señalados en delitos simbólicos en casos de corrupción pública o privada.
Los Valle Valle
Casos como la incautación de bienes a la familia Valle en Copán, por ejemplo, no permitió captura alguna. Los Valle fueron designados por Washington comoimportantes narcotraficantes extranjeros conforme a la Ley Kingping.
Tras el allanamiento de sus propiedades, autoridades informaron haber encontrado un poderoso arsenal ubicado en la zona fronteriza entre Honduras y Guatemala, como parte de la “Operación Morazán”.
La versión oficial establece que en una quebrada ubicada en el barrio La Loma de la aldea de El Espíritu, Florida, Copán, se encontró un buzón de armas que se presume podrían ser la organización Valle Valle.
Entre las armas encontradas figuran: 10 fusiles (6 AR-15, 4 calibre 2.23 milímetros), cinco miniuzis, 16 revólveres, seis pistolas, dos AK-47 y dos escopetas.
Los Valle aún no han sido capturados y sus propiedades estaban desnudas, especialmente de evidencias.
“Neptuno” encuentra cuentas
bancarias con saldo en cero
En octubre de 2013, el entonces director de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), Humberto Palacios Moya, denunció que a raíz de “filtración de información”, las cuentas bancarias decomisadas a una red criminal en el norte del país mediante la “Operación Neptuno”, fueron vaciadas por sus propietarios.
La filtración de datos se habría producido al menos con un mes de anticipación, según indicó Palacios Moya.
El ex funcionario de la OABI agregó que “no hay dinero en las mismas (cuentas) porque fueron vaciadas con anticipación de la misma forma que fueron vaciados la mayoría de los centros de comercio, los ganaderos y además vaciaron maquinarias, vehículos, máquinas pequeñas y documentación”, especificó.
El ex titular de la OABI, hizo referencia a que la filtración de información se habría originado con un mes de anticipación a los trabajo de incautación y aseguramiento de bienes realizados en la “Operación Neptuno” bajo la coordinación de la Policía Nacional, Ministerio Público y personeros de los Estados Unidos.
“Tuve la noticia que un señor que alquila una casa de las que se incautaron, dijo que hace un mes anda buscando donde alquilar, porque le avisaron que la Fiscalía iba a llegar a hacer el decomiso”, reveló.
Reiteró que “hubo una infiltración (filtración) de información, lo que significa que los entes investigadores del Estado no tienen… lo que es resumido todo el tiempo, es que están penetrados”.
Las declaraciones de Palacios Moya estaban ligadas con una acción que llevó a las autoridades hondureños a la incautación de más de medio centenar de cuentas bancarias a la organización criminal “Los Cachiros”, así como unas 80 propiedades y otros bienes, todo valorado entre 600 y 800 millones de dólares, según estimaciones oficiales.
Cabe mencionar, que la “Operación Neptuno” derivó en investigaciones de labor financiera y de inteligencia mediante la que se ubicaron 61 bienes inmuebles, 64 cuentas bancarias a plazo fijo en lempiras y dólares, además de cuentas en cheques, 24 vehículos, ocho sociedades mercantiles y cuatro establecimientos comerciales.
Con lo anterior, la familia Rivera Maradiaga, fue señalada por el Gobierno de los Estados Unidos por sus vínculos con el cártel de “Los Chachiros”.
El señalamiento directo fue una publicación del Departamento del Tesoro, de su oficina de Control de Bienes y cuya traducción también fue colgada en la página de la Embajada de Washington en Tegucigalpa.
Alertado
En un caso ligado a una mezcla de corrupción pública y privada, el ex viceministro de Salud Pública, Javier Pastor, se presentó junto a su apoderada legal a los tribunales de justicia. Tras ser buscado en su casa el lunes a tempranas horas, este martes, manifestó que no fue encontrado en su residencia porque fue alertado de la orden de captura y se le notificó que huyera porque se pretendía hacer un show mediático con su persona.
El ex funcionario dijo que entonces abandonó su casa para luego buscar presentarse a las autoridades a través de su apoderada legal.
Su comparecencia estuvo rodeada de una serie de aristas que van desde sus comentarios en torno a que él no se explica cómo es que la fiscalía presenta como testigos protegidos a las personas que eran dueñas de las empresas de maletín ya que antes, según él, ellos habían presentado secretamente la información a la Fiscalía.
Tanto él como su apoderada dijeron que hay otras líneas de la información que involucran a personajes. “Buscan apagar un incendio para tapar a las verdaderas figuras que tomaron decisiones”, expresó el ex ministro.
Pero al margen de todo lo que conlleva el inédito escándalo de corrupción que se investiga en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), también es significativo como en el contexto ocurren “filtraciones” informativas, cuando se presume que las líneas de investigación gozan de los resguardos necesarios.
La fuente dijo que en otras operaciones también han ocurrido filtraciones, un flaco que las fuerzas anticrimen deberán encarar cuanto antes, de lo contrario seguirán los allanamientos a casas y propiedades vacías.